En los últimos años, la ficción de la televisión argentina ha perdido lugar. En la industria local, eso se manifiesta en los bajos índices de audiencia. En el mundo entero, en que la telenovela argentina ya no ocupa el lugar que tenía hace algunas décadas. De hecho, las telenovelas turcas parecen estar ocupando ese sitio que la TV local descuidó, al dejar de producir como antaño. “Todos los actores queremos trabajar y que se incremente el volumen de producción. Sobre todo de calidad, porque hoy tenés que competir con lo mejor. La mejor manera de apostar a recuperar ese espacio es que cada parte de la industria se comprometa con lo que haga”, subraya Darthés.

J. D.: –A mí me pasa con eso lo mismo que me sucede cuando escucho que el tango se murió. Creo que la telenovela está siempre presente en la TV argentina. No debería haber tenido que venir una telenovela turca, para reventar el rating y volver a creer en el culebrón. Creo que son modas, momentos. Trabajé en muchas novelas y no sólo respeto mucho el género, sino que me parece un espacio desde el cual se puede acompañar a la gente desde distintas tramas.

L. C.: –La telenovela no va a desaparecer nunca. Es como con el tango: se puede escuchar más o menos, puede ser electrónico o arrabalero clásico, pero no es un género que desaparece. Lo mismo con la comedia o el costumbrismo en la TV. Son ciclos. En la televisión nada es eterno.

J. D.: –De cualquier manera, hay programas, como Esperanza mía, que son un éxito.

J. D.: –Tiene que ver con un sector más juvenil, pero el cuento está. Se le puede agregar música, comedia y alguna cosa rara, pero el cuento del amor imposible está.

L.C.: –La historia de amor siempre aparece. Todas las historias, sean del género que sean, tienen de fondo el amor. Hasta la comedia más directa como puede ser Un novio para mi mujer, lo que cuenta es una historia de amor. El culebrón es el origen de cualquier ficción televisiva. Hay que reivindicar a Luisa Kuliok y a Arnaldo André.

J. D.: –Olvidate...

L. C.: –Cada vez que pienso en eso sólo deseo de que en Inglaterra haya un bisnieto de Shakespeare que se la está llevando toda y la está recontra disfrutando, por favor (risas).