Hay un consenso sobre que el objetivo principal de las distintas protestas es lograr mayor visibilidad. Todas las salas acompañaron en su momento con el apagón, y promueven la difusión de información sobre la situación del sector en sus espacios. Y también rescatan las participaciones que Carlos Rottemberg está teniendo en diversos canales de televisión, porque consideran que de esa manera llegan a mucha más gente. “Estamos dando una batalla cultural”, define Reggiani, y señala su apuesta para “la una concientización de los medios de comunicación, para que informen y no sean sólo un medio publicitario. Todas estas protestas y movilizaciones ayudan a organizarse para hacer visible esa realidad. Si nosotros no hacemos algo para mostrar que esto que pasa es una realidad de todos, y no solamente de un local, no va a pasar nada”, vaticina. Szuchmacher, a su vez, dice que el teatro independiente cuenta con una especie de ventaja, ya que “los que estamos en esta actividad creemos que todos tienen el mismo problema que nosotros, y en realidad somos un pequeño sector dentro de la actividad cultural y social de la ciudad. Tenemos la posibilidad de darnos a conocer, y está bueno que lo hagamos para que se sepa que está en riesgo la actividad cultural de la ciudad que quiere y pretende ser intensa”.