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En un final memorable, Boca se consagró campeón de la Liga Nacional de básquet al vencer como visitante en dos tiempos suplementarios 113-106 a Gimnasia, en el sexto partido de la serie final del certamen. Con esta victoria, el conjunto que dirige Sergio Hernández colocó un inalcanzable 4-2 y dejó en el olvido el papelón del segundo juego, cuando perdió los puntos por un problema en el reloj de 24 segundos. Con este título, Boca repitió el logro que consiguió en 1997, cuando obtuvo su primer campeonato con el equipo que dirigía Julio Lamas.
El cierre del partido fue de película. A falta de cinco segundos para el final, Boca se imponía por tres puntos, pero Mariano Cerutti hizo una corrida desde su aro y metió un triple a la carrera que mandó el encuentro a suplementario. Allí parecía que se imponía Gimnasia, pero los lanzamientos externos de Sebastián Rodríguez le devolvieron la vida a Boca, que se colocó a dos puntos a falta de nueve segundos. En ese momento, Gimnasia no pudo reponer una pelota desde su zona de defensa y le dio la posibilidad al campeón de lograr el empate y evitar el séptimo juego. Un doble del estadounidense Dewayne McGray a falta de dos décimas generó la segunda igualdad.
Ya en el segmento decisivo, la cuestión anímica y la salida por faltas personales de los principales jugadores de Gimnasia resolvieron el desarrollo. Boca llegó a sacar nueve puntos, aunque los locales no se resignaron hasta el último segundo. Además, la falta de efectividad en tiros libres del ganador le otorgó la chance de colocarse a dos unidades con menos de un minuto por jugar. Sin embargo, allí surgió la jerarquía del campeón para liquidar el resultado.
De esa manera, el título quedó en manos del mejor equipo de la temporada, que aprovechó su plantel largo y su recambio para imponerse en la serie regular y ratificarlo en los play offs. Atrás quedó la frustración por haber perdido la semifinal de la Liga Sudamericana a manos de Atenas.