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Sábado, 2 de abril de 2005

CON NOMBRE PROPIO

Nombre tano, diseño local

Tiene en su haber desde un exprimidor de limones a un monopatín. Con nombre italiano, Gianpiero Bosi es un buen exponente de diseñador local.

 Por Luján Cambariere


Con ese nombre tan tano casi que no podía ser otra cosa que diseñador industrial. Igual Gianpiero Bosi parece no abrevar de eso para tratar de colarse en las grandes ligas de Milán y, aun con doble nacionalidad, celebra el poder trabajar en su país, la Argentina.
Como profesional independiente es bien versátil. En 1999 obtuvo una mención de honor en el Concurso Anual LG Electronics de Corea por la heladera móvil Giro junto a Daniel Wolf. En el 2000, el primer premio del concurso de la revista española Diseño Interior por un pupitre para adultos que ideó junto con Maximiliano Zito. También junto con Zito fueron finalistas del Concurso Movelsul de Brasil por la mesa de aproximación Ocious. El año pasado fue seleccionado nuevamente junto a Wolf y Marco Sanguinetti para la operación Brico del Centro Metropolitano de Diseño con el sistema Oh y el mueble recibidor Cascada. Como docente de la carrera de Diseño Industrial de la Universidad de Buenos Aires y de la Universidad de Palermo y especialista en “Lógica y Técnica de la Forma” (posgrado de la FADU) es un profesional al que le preocupa y ocupa cuestiones como la innovación, la creatividad y la dimensión social de los objetos.

Multifacético
Ya estando en la facultad (UBA), uno de sus primeros trabajos fue la fabricación de un modelo de caja torácica para práctica de intervenciones quirúrgicas. El encargo vino por parte de un cirujano y Bosi estuvo a la altura de las circunstancias. Además, hizo un tensiómetro digital que fue expuesto en una muestra de diseño del Centro Cultural Borges en el ‘96. También en la universidad, de uno de los ejercicios con los que se recibió, nació uno de sus productos más populares: el exprimidor de limones de resina Píccolo editado por Tónico Objetos. Finalmente, la tesis de su carrera fue otra excusa para diseñar su “uni-móvil”, un moderno monopatín a motor. Exhibidores, packaging, la expendedora de boletos de Metrovías, el portalápices de escritorio Orky –una simpática ballena en resina también editada por los Tónico– y encargos variados para empresas como uno bien reciente –la investigación de reutilización de desechos de la industria forestal– son parte de su labor actual.
–¿Con ese nombre y apellido, imposible no dedicarse al diseño?
–Estaba prefigurado, seteado. No, hablando en serio, mi viejo Giancarlo era italiano y vino a la Argentina en la posguerra. De alguna manera puede ser que me haya influido porque tenía algunos objetos de diseño italiano que me marcaron. Además, trabajó muchos años en Fiat, en la parte comercial, y estaba relacionado con los autos, segmento que me apasiona.
–¿Por qué diseño?
–Siempre me gustaron el dibujo, las manualidades, la escultura. En realidad, cuando terminé el secundario me inscribí en Arquitectura, pero enseguida cambié. También dudaba entre biología, que después creo se nota en las formas orgánicas de algunos de mis productos. Cuando me decidí por industrial, pensé desde el ideal de poder diseñar desde un vaso a un auto. La diversidad me parecía sumamente atractiva.
–¿Qué objetos te definen?
–Me gustan los muebles. Mis mesas o sillas. Más que un revival, me gusta el review de un objeto. No me gustan los estilismos mecanizados sino participar de un replanteo de los objetos, de sus funciones, de su referencia cultural.
–¿Preferís algún rubro?
–Me gusta la indagación sobre cualquier objeto. Todos tienen su jugo histórico y social. Tal vez ésta sea una cuestión más ideológica, pero diseñar un objeto que ya existe como función implica un compromiso mayor porque siempre debería partir de una interpretación que aporte algo en su campo de acción. Algo concreto que sume a quienes lo van a usar.
–¿Por qué te interesa indagar en el estudio de las formas?
–Los modos de representar y ver las cosas, sus interpretaciones, el manejo plástico, te dan mayor libertad después para asignarles una función.
–Dame tu definición de “creatividad”.
–Crear tiene que ver con vincular necesidades actuales con cuestiones existentes. Yo lo llamo transconexiones. Porque, sobre todo, innovar tiene que ver con usar un recurso en un contexto y momento determinado. De nuevo, si traés algo nuevo al mundo que aporte algo. A veces pienso que el diseño tiene herramientas extremadamente útiles que estan siendo usadas con fines acotados o repetitivos.
–Volviendo a tu nombre, ¿nunca pensaste en emigrar?
–Cuando terminé la carrera tenía la duda de qué perfil de diseñador tenía que intentar. Ser parte de ese mundo de Milán y Tokio o hacer acá, en mi país, mi propio camino. Con esto último, es con lo que me identifico y a lo que aspiro n

* Gianpiero Bosi: 4553-3613, www.gianpierobosi.com.arv

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