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Jueves, 16 de mayo de 2002

ESTADOS UNIDOS HOY, DESPUES DEL 11 DE SEPTIEMBRE

Una banda politica, y todo lo demas

 Por Roque Casciero

¿Es Fugazi una banda politizada? A Guy Picciotto no le molesta que se la considere así, aunque aclara que no le parece que haya distinción entre canciones políticas o canciones personales. “Eso es tratar de dividir la personalidad humana de un modo que no tiene sentido”, afirma. “Todos somos afectados por presiones sociales, políticas y personales, y los músicos comunicamos todo eso. Sí, somos una banda política. Y también somos todo lo demás.” Su compañero Ian MacKaye plantea algunos reparos: “Fugazi es una banda, hacemos música. La música es una forma de comunicación que existe desde antes del lenguaje, y que siempre ha sido una parte sagrada de la vida. Por eso, cuando se habla de ‘banda politizada’ puede sugerir que lo único en lo que pensamos es en la política. Y ése no es el caso, en absoluto. Puede que algunas letras sean políticas, pero las notas musicales nunca lo son. De todos modos, para mí son más políticas las bandas que le cantan a la diversión y te dicen: ‘No pienses, no te preocupes, no te intereses’. Esa es una declaración política; en realidad, lo que te están diciendo es: ‘Viví en manos de un político’”.
–En la canción “The Kill” repiten la frase “no soy un ciudadano”. ¿Se sienten diferentes
del norteamericano medio?
Ian MacKaye: –Cuando era muy chico le agradecía a Dios haber nacido en Estados Unidos, porque pensaba que vivir en cualquier otro país era una locura. Después me di cuenta de que somos sujetos de un increíble lavado de cerebro. Un problema muy grande de este país es que a nadie le interesa qué mierda está pasando en el resto del mundo.
Guy Picciotto: –El lugar en el que nacés es un accidente de la historia. No hay ningún título especial que te convierta en norteamericano, italiano o francés. Sentirse privilegiado por eso es una estupidez. En ese sentido, creo que ninguno de nosotros se siente ciudadano. Somos ciudadanos del mundo. ¿Tengo que compartir las ideas de la gente que está en la Casa Blanca sólo por el hecho de que vivo en el mismo país? Ese es un falso sentido de comunidad.
–¿Cómo es para ustedes
vivir en los Estados Unidos de George W. Bush?
G.P.: –Es un momento difícil, porque los eventos del año pasado (se refiere a los atentados del 11 de septiembre en Nueva York y Virginia) han cambiado realmente la dinámica de la discusión política en este país. No puedo recordar un momento en el que me sintiera más alienado respecto del modo en que los medios representan a la política. Me recuerda a los comienzos de los ‘80, cuando estaba Reagan: tenía la misma sensación de estar fuera de lugar. De todos modos, en tiempos como éstos, la gente se ve forzada a despertarse y a actuar.
I.M.: –Los republicanos son personas horrendas, son incluso peores que los demócratas... (se ríe). Trato de no meterme a ver minuciosamente la política porque me vuelvo al descubrir que nos dicen una mentira detrás de la otra. Creo que es interesante lo que está pasando en este momento: te das cuenta de cómo los medios son utilizados para tratar de convencerte de ciertas cosas. Lo más increíble es que sea tan desembozado. Me recuerda a una frase, creo que era de Hitler: “Cuanto más grande es una mentira, más gente la creerá”. Por ejemplo, en este país los medios nunca reportaron cuántas personas murieron en Afganistán.
G.P.: –Es probable que hayan muerto 20 mil personas en el World Trade Center, lo cual es una cifra enorme de gente, pero sabemos que miles más de civiles murieron en Afganistán. ¿Cómo sopesás eso? La tragedia es tragedia, no importa en qué país suceda. La mayor parte del tiempo, aquí existe la sensación de que las vidas de los norteamericanos son más importantes que las del resto. Y creer eso es terrible.
–El comienzo de la canción “The Argument” parece hablar de los ataques a las Torres Gemelas, pero debe haber sido escrita antes.
I.M.: –Sí, la escribí un año antes. Pero, de hecho, estoy hablando de aviones que chocan y de bombas que caen. Por supuesto que lo que sucedió en septiembre del año pasado fue catastrófico y que me opongo a que se estrellen aviones contra edificios, pero también me opongo a que se leslancen bombas a seres humanos en Afganistán. Soy no violento, me opongo a la violencia. La canción fue inspirada por lo que pasó en los Balcanes. Me encontré en medio de una conversación con personas que se suponían que eran punks con pensamientos de izquierda, pero argumentaban que esa guerra era justa porque Milosevic era un carnicero. Me sentí conmocionado de escuchar eso, porque no creo que exista una guerra justa: la guerra está mal, no me importa un carajo en qué circunstancias ocurre.

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