radar

Domingo, 14 de septiembre de 2003

VALE DECIR

Vale decir

Vestir con onda (de amor y paz)
Ex modelo, ex chica Bond, mujer de la Iglesia Anglicana: así, en ese orden, vienen los créditos curriculares de la Reverenda Shannon Ledbetter, quien está a punto de retomar algunas de sus actividades pasadas sin abandonar el hábito –o, para decirlo de otro modo, está por retomar hábitos pasados sin abandonar su actividad actual–. Es que la Reverenda Shannon formará parte de un evento de “moda clerical” a realizarse en Manchester en los próximos días. El desfile, se anuncia, “incluirá vestimentas clericales coloridas y contemporáneas de los líderes del diseño eclesiástico”. Nada nuevo para Shannon, que supo vestir un traje de 300.000 dólares en El mañana nunca muere, uno de los últimos títulos de James Bond, además de haber posado en cientos de producciones fotográficas para revistas. “En el arte contemporáneo –se queja la tal Shannon–, durante la mayor parte del siglo, se la han pasado sustrayéndole el glamour al cuerpo. Irónicamente, el único lugar del mundo en el que la cultura occidental parece idealizar la forma humana hoy día es la pasarela. Espero que el evento Clergy on Catwalk (Clérigos en la Pasarela) logre redirigir la atención de lo superficial a lo espiritual.” Y que si la competencia en el frívolo mundo de la moda pretende seguir en carrera, que se encomiende a Dios.

El flaco de Navidad
En South Park, alguna vez fueron enemigos: en la serie de los chicos de cartulina pintada, Jesucristo y Papá Noel competían por el liderazgo sobre el espíritu de Navidad. El Gordo Navideño y el mártir del cristianismo no habían vuelto a tener apariciones públicas conjuntas hasta ahora. La Cadena de Publicidad Eclesiástica inglesa acaba de lanzar la última de las grandes ideas del marketing religioso: la imagen de un pesebre en la que el niño Jesús viene vestido de Papá Noel, con el slogan “Vamos, estas Navidades pedíle algo a Él”. La campaña –que también incluye avisos radiales y televisivos– pretende invitar al público a concurrir a la iglesia local. El reverendo Tom Ambrose, miembro de la mencionada cadena publicitaria, argumentó que “el objetivo (de todo este asunto) es contrarrestar el materialismo de las Navidades presentes de una manera fresca y desafiante”. El año pasado, el grupo ya había pergeñado una serie de avisos de tono similar, uno de los cuales mostraba a los Reyes Magos dejándole la etiqueta con el precio al regalo para el “niño Jesús”. Otro aviso mostraba a la Virgen María “desmelenada”, necesitada de un servicio de coiffeur urgente el día mismo en que se descubría embarazada. Y otro mostraba un Jesús representado a la manera del Che Guevara. El tal Ambrose no ha dicho nada al respecto, pero todo indicaría que, si la campaña tiene éxito, la Iglesia británica pronto estará combatiendo el materialismo mediante la venta de remeras estampadas.

La guerra del cerdo
La guerra ha vuelto a ponerse fría, y la OTAN tiene un plan. Esta vez, los amigos del Atlántico Norte planean poner en práctica un ejercicio, una suerte de ensayo preventivo, pero en el que los humanos no serán actores ni muñecos sino cerdos y gansos. Estos tomarán los lugares de los humanos en un simulacro de desastre en la base militar de Vaziani, en Georgia. Según se dice que dicen los medios locales, los bichos serán rescatados por fuerzas georgianas mientras intentan lidiar con los efectos de un terremoto. Se les proveerá de tratamientos para las heridas, y en algunos casos se los someterá a cirugía a cargo de médicos militares. La idea es estar preparados en caso de un ataque masivo por parte de alguna nación enemiga, aunque no queda claro el criterio para el casting animal: ¿será que para la OTAN la humanidad es un verdadero caso perdido, y aquellos que no son medio gansos son unos verdaderos cerdos?Y te la ves al revés
La última de las fiebres publicitarias está haciendo estragos –bien reales y virtuales a la vez– en Internet. El sitio de compra-venta y subastas eBay es su hábitat natural, donde el artilugio se reproduce a velocidades inusitadas. El mecanismo es sencillo y cualquiera puede practicarlo en su casa, aunque se recomienda no hacerlo delante de los niños. Se llama “Reflectoporno” y no es sólo para exhibicionistas, sino para perversos de todo tipo y edad. La cosa es así: uno fotografía el objeto que ha decidido publicar para su subasta, pero con el agregado insoslayable del reflejo del cuerpo totalmente desnudo del vendedor sobre la superficie pulida de dicho objeto. Hasta ahora han aparecido cuerpos desnudos en guitarras, cuchillos y tenedores. Un vocero de eBay, sin embargo, aseguró que “no está permitido vender productos eróticos u orientados sexualmente y que cualquier ítem anunciado que viole esta política será retirado de la venta”. Es decir, puro histeriqueo.

Compartir: 

Twitter

 
RADAR
 indice

Logo de Página/12

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.