“No son los insultos los que me van a intimidar, a atemorizar. Eso no me afecta; no perdí el ánimo ni lo perderé”, fueron las palabras con las que doña Dilma Rousseff, presidenta de Brasil, se refirió a los contundentes abucheos que recibió durante el partido inaugural del Mundial 2014, mostrándose incólume tras los galantes “Que te den por el culo” que se replicaban en el Arena Corinthians. En pleno clima caldeado, con multiplicados reclamos callejeros, el gesto –para nada menor– ocupó a la prensa gráfica de dicho país, dada a notificar lo que vio el mundo entero o, cuándo no, a analizarlo. El diario Folha de Sao Paulo fue uno de ellos. Cuestión que, en un intento ambiguo y lleno de sentencias sensacionalistas, el medio brasileño utilizó “Viva Vaia”, un poema visual del concretista Augusto de Campos, gran referente literario del país, como título de la nota. Pero no contaban con que al venerable Augusto, ejem, el asunto no le gustó nada.

“Un norte en tiempos sin norte”, escribió Tom Ze, al reproducir en Facebook la indignada carta que De Campos le escribió al periódico, que sólo la publicó en su correo de lectores luego de que su texto se multiplicase online. “Lo han usado sin mi permiso y sin pagar derechos de autor: sin darme la mínima satisfacción”, ironizó De Campos, cuyo famoso poema –traducible como “Vivan los silbidos”– consta simplemente de las dos palabras de la misma cantidad de letras, escritas en disposiciones geométicas en dos colores alternados, y se publicó por primera vez en 1972. Y así es como termina la respuesta a la Folha por parte de Augusto, que en febrero cumplió 83 años: “Los insultos, procedentes de la zona VIP donde se ubica gente conservadora y adinerada, sólo demuestran la tosquedad y la brutalidad que es la cara oculta de nuestro juego, así como la inferioridad civilizatoria del brasileño en relación con otras personas. Alguna vez, Fernando Pessoa escribió: ‘La estupidez siempre encontraba lo que quería’. Al final resultó que incluso los candidatos de la oposición tuvieron la desfachatez de alegrarse con palabras espurias. Por eso les digo, VIVA DILMA, VAIA a los VIPS”.