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Miércoles, 21 de enero de 2009

CULTURA / ESPECTáCULOS › TEATRO. CLAUDIA CANTERO HACE SU ESPECTáCULO EN ROSARIO Y ACTUA EN BUENOS AIRES

El arte como vehículo de preguntas

La actriz y directora que debutó en el cine nacional con La mujer sin cabeza, de Lucrecia Martel, continúa con sus proyectos en la ciudad. Escribió y dirige la obra de teatro Final por knock out, centrada en cuatro hijos de un represor.

 Por Evelyn Arach

Claudia Cantero es una mujer menuda, inquieta, ágil. Trabaja desde hace años como actriz y dictando cursos de actuación, en los que el lenguaje teatral es su especialidad. Durante el año pasado filmó junto a la directora Lucrecia Martel La Mujer sin cabeza y ahora ensaya Final Por Knock out, una obra que volverá a la cartelera de Rosario en marzo, escrita y dirigida por ella misma. Narra la historia de cuatro hermanos varones -hijos de un ex represor- que se encuentran por primera vez después de un hecho trágico. "En un tiempo donde muchos se preguntaban cuál sería la nueva derecha argentina, se me ocurrió escribir sobre los otros hijos, los descendientes de los genocidas", contó Claudia, pero aclaró que eso es solamente el marco de la obra, atravesada por el misterio de una muerte que poco a poco se va develando. La actriz recibió Rosario/12 en su casa de campo y contó que este año la encuentra dividida entre el proyecto local y un espectáculo que estrena en junio en Buenos Aires.

Final por Knock out es, desde el mismo título, una incógnita que acaso se pueda intuir en la primera escena, en la que uno de los hermanos Méndez entrena en penumbras con guantes de boxeador. Los cuatro se reúnen acompañados por su pareja, excepto uno, y ese es el nudo del conflicto, la mujer que falta, Verónica. La trama gira en torno a lo que sucedió la noche en la que Verónica dejó de existir. "El anclaje histórico -es decir el pasado de Méndez padre, un represor que trabajaba para una empresa automotriz argentina durante la dictadura﷓ se completa con el programa que entregamos al público", explicó Claudia. Y agregó: "Viene a una reflexión de algo que ocurrió el año pasado. Durante el conflicto entre el Gobierno y el campo se escucharon algunos discursos de derecha y entonces las reflexiones de los intelectuales giraron en torno a saber quién es la nueva derecha en la Argentina. Y es fácil hacer una proyección: así como se habla de los hijos de desaparecidos, se puede hablar de los otros hijos", afirma.

La apología que por entonces algunos hicieron sobre la dictadura la indigna. Un gobierno de facto que ella padeció en la adolescencia y retrasó su llegada a las tablas. "Desde muy chica me gustó el teatro ﷓contó﷓. Pero la dictadura impuso un silencio que apagó el deseo, uno no sabía que hacer. Estudié y me recibí de bioquímica. Recién con la llegada de la democracia empecé a tomar cursos de teatro y a actuar".

Y está claro que le está yendo muy bien: el año pasado interpretó por primera vez un personaje protagónico en cine. Fue en la película de la directora de cine Lucrecia Martel, La mujer sin cabeza. Sobre esa experiencia cuenta: "Lucrecia es abierta, confía muchísimo en su equipo y recibe aportes creativos de los actores. A la vez es muy decidida en términos de saber qué quiere, eso transmite seguridad y entonces uno la sigue", afirma.

Pese al traspié que significó la llegada de cables de noticias asegurando que la película había sido abucheada en el Festival de Cannes, en Francia, Claudia Cantero asegura que la experiencia "fue muy buena". "Cuando pasó eso inmediatamente recibí un email de Verónica Cura, la productora de la película, diciendo que ella estaba muy orgullosa de ser parte de La Mujer sin Cabeza, que era previsible que surgieran algunas controversias porque así es el cine de autor. Hay gente que se fascina y gente que no lo entiende, y yo coincido", opinó. El saldo es positivo y las críticas a su actuación en este primer rodaje fueron favorables. Desde entonces ha asistido a varios castings para actuar en películas nacionales.

Caminando descalza por la tierra recién empapada por la lluvia, entre mate y mate la actriz, directora y narradora reflexionó sobre el rol del teatro independiente que a su juicio no tiene la función de entretener sino de expresar una opinión subjetiva.

Y así lo demuestran sus anteriores creaciones: en la puesta en escena de La Furia extrapoló a los militantes peronistas de hace 40 años que murieron por sus ideales y los reencontró con sus compañeros que ya no piensan lo mismo, y con una generación de adolescentes mucho menos comprometida que la suya. En la Muerte de la Nación también había un fuerte contenido político, que llegaba de manera sorpresiva a cualquier esquina de la ciudad con una caravana de 30 actores y músicos. Fue en el 2001, acaso un presagio.

Igualmente, Final por knock out se desarrolla en un entorno comprometido y no es elitista: "Tiene velocidad en la narración, lo cual significa que hace falta un espectador atento que pueda unir lo que va sucediendo, pero no se está escondiendo nada, ni se está tratando de simbolizar o resignificar, sino que narra una historia de principio a fin. No tiene un rebusque intelectual. Los personajes son contemporáneos, ocurre en el 2003 en el living de una casa". Cuando le consultan sobre la razón para elegir ese año afirma sin prejuicios que la llegada de Kirchner al poder significó un cambio en materia de derechos humanos, con la derogación de las leyes de obediencia de vida y punto final y la posibilidad de enjuiciar a los represores. De hecho, ella forma parte de los intelectuales que agrupados en una Carta Abierta respaldaron acciones concretas de la actual Jefa de Estado, como la resolución 125 que planteaba la redistribución de la riqueza.

Más allá de las ideologías y como un tributo a su talento, los proyectos laborales para este año la desbordan. Además de dirigir su propia creación en Rosario, trabajará en el espacio Kafka de Buenos Aires en El hombre que no duerme, de Diego Lublinsky, un director de cine que por primera vez montará un espectáculo teatral. Se trata de una comedia dramática. "Mi personaje es un tanto ridículo, encarno a una mujer que intenta por todos los medios alargarle la vida a un enfermo en estado terminal, que es su pareja. Me gustó mucho el guión, vamos a presentarlo los domingos a partir de junio", contó.

Mientras se despedía, aseguró que por momentos se siente partida en dos entre la gran vidriera que es Capital Federal y Rosario. Adora su ciudad, el verde de su casa y confiesa que no quiere irse.

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Claudia Cantero estrena una obra en capital Federal en julio.
 
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