Después de algunas reuniones y zapadas pergeñadas como divertimento Franco Fontanarrosa (bajo), Marcelo Morera (batería) y Nicolás "Mu" Sánchez (guitarra) formalizaron sus encuentros para crear Ojorojo, la peculiar propuesta que esta medianoche tendrá su debut en Pantagruel (Córdoba 1345). "Nosotros veníamos escuchando esas bandas caóticamente eclécticas, que pueden saltar de un ritmo de reggae a un death metal, de ahí al jazz o a la música circense. Y podría hacerse como una relación con lo que podrían ser las películas de David Lynch, donde de manera sorpresiva hay cambios drásticos de dinámicas y a nivel sonoro", explicó Fontanarrosa.

En ese marco, sacando provecho de sus respectivas experiencias en proyectos estilísticamente amplios, los miembros del grupo no le escaparon al desafío de abstraerse de los "canales lógicos del sonido", según explicó Fontanarrosa, que completó: "Nosotros decimos que es como cambiar de track, como que estás haciendo un zapping de música drásticamente".

-¿Cómo se logra que esos cambios no sean vistos como un capricho y que se entienda que tienen un sentido?

-A veces sí y otras no. A veces por ahí hay algún motivo rítmico que se repite en la siguiente parte, aunque sean muy distintas, ese motivo hace que haya una conexión. Pero a veces el justificativo del tema es esa cosa totalmente heterogénea. Y también a lo que se presta bastante, y que estamos encontrándole cada vez más la vuelta y está muy buena, es que hay mucho uso del humor dentro de la música de Ojorojo. Ya sea por utilizar algo insistentemente hasta que sea molesto, y ya empiece a ser gracioso, buscar timbres graciosos o que los cambios drásticos de sonido y volumen sean medio grotescos. Y justamente esta cuestión de poner cierto humor a toda esta deformidad hace que la cosa sea un poco más digerible. Porque si hacés una cosa súper intelectual y deforme, es demasiado. Salvando las distancias, Frank Zappa hacía mucho eso.

-Considerando la mención a Lynch, ¿la propuesta está pensada para generar cierta idea visual?

-En algunos casos podría ser. También está bastante elaborado el aspecto de incidir en la psicología del que lo escucha. Nunca dejar tranquilo al tipo, y cuando se está empezando a acostumbrar a algo saltarle a otra cosa que no tiene nada que ver. Son muchos conceptos que vienen de Zappa.

"Hay temas que tienen muchas partes escritas, hay bastante estructura dentro de la desestructura de los temas. Pero hay otros donde en un momento se abren y se presta más para zapar", distinguió el bajista.

Y en ese sentido el caos vuelve a cobrar protagonismo en un proyecto impulsado por Fontanarrosa, quien una vez más encontró secuaces para compartir responsabilidades en el asunto: "El caos tiene que ver con el tipo de arte en general que me gusta. Me gustan los tipos que tienen mucho impacto desde ese lado, de sorprender constantemente al que lo recibe".