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Miércoles, 6 de abril de 2016

CULTURA / ESPECTáCULOS › PLASTICA. LA PRESTIGIOSA FOTóGRAFA EXPONE SUS OBRAS EN EL ECU

La mirada lectora de Facio

Aún cuando, según explica la autora a Rosario/12, "nada está preparado" en sus imágenes, tampoco existe "ningún detalle porque sí". Esta doble fidelidad es el estrecho desfiladero específico de su obra de arte realista documental.

 Por Beatriz Vignoli

Hasta el 4 de junio puede visitarse, de martes a sábado, en la planta alta del ECU (Espacio Cultural Universitario, San Martín 750) la exposición Fotografías, de Sara Facio. La muestra ofrece un recorrido por la trayectoria de esta reconocida fotógrafa, curadora, periodista y editora argentina, a través de tres series de obras.

"Sara Facio es una cultora de la fotografía directa, un tipo de producción que adscribe voluntariamente a la noción de la imagen fotográfica como huella", escribió el crítico Rodrigo Alonso en un fragmento del texto de catálogo de su antológica de 2008, que se cita en el catálogo de la muestra. Esta se abre con obra de los años 70.

Perón, que registra el regreso de Juan Domingo Perón a la Argentina en junio de 1973 y sus funerales en julio de 1974, "fue un trabajo profesional para una agencia de noticias de Francia", relató Sara Facio a Rosario/12. "El regreso fueron varios días y los funerales duraron semanas; era un trabajo profesional pero me dio tiempo para sacar lo que yo quería", contó la autora de imágenes elocuentes que revelaron al mundo el impacto que tuvo en los diarios, en las radios, en la villa, en la Catedral y en el Congreso la muerte del líder en su tercer mandato presidencial. Apenas de un año antes son las armas en alto en el aeropuerto de Ezeiza, las pancartas con el texto "Perón al poder" o con la foto de la pareja de Perón y Evita, y los jóvenes rostros de "Los muchachos peronistas" de "La gloriosa JP".

La serie de Escritores de América Latina surgió, cuenta, como "un proyecto personal, con Alicia D'Amico en los 60, antes del boom. Elegimos los autores a nuestro gusto --recordó--. Cinco de los retratados luego ganaron el Premio Nobel de Literatura". Se refiere al poeta chileno Pablo Neruda, al que fotografió en Isla Negra en 1970 y que lo ganó en 1971; al colombiano Gabriel García Márquez (retratado en 1967), quien lo obtuvo en 1982 por sus novelas y cuentos; al ensayista mexicano Octavio Paz, acreedor del mismo en 1990 (su retrato es de 20 años antes) y al escritor peruano Mario Vargas Llosa, quien posó para Facio en 1969 mucho antes de ganar el Nobel en 2010. Una retratada no incluida en la muestra, y de origen británico, es la autora Doris Lessing, que fue premio Nobel de Literatura en 2007.

En estas fotos, cuenta Facio, "nada está preparado", y sin embargo, no hay en ellas "ningún detalle porque sí". Esta doble fidelidad, tanto al sentido simbólico como a la contingencia, es el estrecho desfiladero específico de la obra de arte realista documental que Facio transita con una economía estética singular. ¿Es casual que su cámara haga foco en las perlas del collar de Silvina Ocampo, marca de estilo o de pertenencia de clase? ¿Es casual que haga foco en la costura del hombro de la gastada campera de jean de Osvaldo Soriano?

"No, y qué bueno que lo puedas ver", dice la lectora de gusto infalible que inmortalizó a Leopoldo Marechal y a Ernesto Sábato en los espacios típicos de la ciudad de Buenos Aires que recorren en sus novelas, o a Jorge Luis Borges semioculto tras la biblioteca que es la cifra universalista de una obra cuya amplia perspectiva trasciende la peripecia individual, o a Manuel Mujica Láinez junto a una obra de arte. "A él le gustaba rodearse de cosas bellas", evoca Facio. "De los retratados Soriano es el único que se vestía así, salvo Alan Pauls". (La foto de Pauls es la única de este siglo, y una de las últimas).

Las escritoras tienen una fuerte presencia en la selección, desde el retrato de su compañera María Elena Walsh en 1965 hasta la moderna vitalidad que irradia la narradora y cronista Sara Gallardo en 1978 o la conmovedora mirada y desvalida belleza de una jovencísima Diana Bellessi en 1980, poeta santafesina que hoy es líder en el género. Del mismo año es un austero y expresivo retrato de la dramaturga Griselda Gambaro, también una figura central en lo suyo.

Cobraron carácter de icono, un poco al modo del Che Guevara retratado por Korda, su retrato de Julio Cortázar con vestimenta impecable y el cigarrillo en la boca, como también el de la poeta Alejandra Pizarnik (retratada en 1964, fallecida en 1972), cuyos grandes ojos parecen duplicarse en un rostro manierista de El Greco.

Son tomas realizadas en la plenitud de la vida y de la obra, en ese momento en que todo escritor querría ser retratado, que es cuando el cuerpo todavía irradia la energía que se vuelca en la escritura. Del '65 son el retrato de Silvina Bullrich y el de Victoria Ocampo con sus icónicos anteojos de marco blanco; del '69, el del uruguayo Juan Carlos Onetti y el del mexicano Juan Rulfo con esa mirada de susto de la que él se quejaba, acaso rastro de la sangrienta historia que vio.

Adolfo Bioy Casares, la novelista y guionista rosarina Beatriz Guido, la gran poeta bonaerense Olga Orozco, el mexicano Carlos Fuentes, el historiador y letrista Félix Luna, el popular autor uruguayo Mario Benedetti son otros de los retratados en los '60 y '70; se destaca paradójicamente por su casi invisibilidad el narrador neobarroco cubano Guillermo Cabrera Infante, poco más que un habano y un perfil en sombras como la silueta de un camafeo; y un perfecto close up muestra sólo la cara del novelista y ensayista David Viñas. De los 80 y 90 son los rostros de Ricardo Piglia y Juan José Sebreli.

La tercera sección de la muestra reúne obra reciente bajo un neologismo. Autopaisajes es el nombre que inventó Facio para la serie de paisajes donde (al decir de Alonso) incluye su propio cuerpo "como marca", a partir de "la impotencia que me daba no poder atrapar ese paisaje", como evoca la fotógrafa situando la pieza inicial en Salta, donde su propia mano extiende los dedos como queriendo tocar aquel majestuoso desfiladero natural. Obra del hombre son los dedos gigantes que surgen de la playa en Sueño. La composición fue obra conjunta de la mirada y el viento en Verano: "Ese pie, el descanso", recuerda.

Autora de más de 20 libros de fotos, Facio en 1992 recibió el Premio Konex de Platino a la mejor fotógrafa argentina de la década.

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La exposición de Sara Facio se divide en tres series, que permiten recorrer su trayectoria.
Imagen: Sebastián Vargas
 
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