rosario

Martes, 2 de diciembre de 2008

CORREO

Madres

Resulta difícil olvidar a aquellas mujeres emblemáticas que supo eternizar Bertolt Brecht con su genial dramaturgia, la Madre Carrar con sus fusiles en busca de justicia y libertad, Madre Coraje con su carro enclenque insuflando a sus hijos la pasión por la lucha vindicadora contra los opresores.

Aquí desde hace décadas, otras madres siembran conciencia contra la impunidad de los verdugos, las conocimos en tiempos sombríos, acompañamos sus rondas en la Plaza 25 de Mayo, su dolor.

Mientras otros callaron ellas hablaron con firmeza, mientras otros encubrían crímenes ellas denunciaron y su marcha no se detiene.

Elena Belmont, Nelma Jalil y ahora Darwinia Gallichio, ya no están entre nosotros, pero nunca olvidaremos su coraje, su impertinencia ante los poderosos que pretendieron silenciarlas e ignorarlas, su férrea resistencia al autoritarismo.

De Darwinia recordamos un temple incomparable, su frontalidad a toda prueba, aquel cachetazo justiciero ante la infame soberbia de un juez federal, negándole a su nieta Ximena.

Darwinia, quien más allá de circunstanciales diferencias de apreciación ante la coyuntura merece nuestro respeto, en esta época en que tantos tartufos les rinden homenajes mientras ayer las ignoraban.

Estas mujeres, las Madres de la Plaza 25 de Mayo fueron de las pocas que en los oscuros años de plomo enfrentaron el terror firmes y de pie con la dignidad de los que están convencidos de su noble causa.

Carlos A. Solero

[email protected]

Compartir: 

Twitter

 
ROSARIO12
 indice

Logo de Página/12

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.