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Sábado, 27 de julio de 2013

UNIVERSIDAD › EL CENTRO CIENTíFICO TECNOLóGICO ROSARIO AVANZA EN UN CLúSTER PARA HACER CáLCULOS

Computadoras interconectadas para volar

El nuevo equipo quedará inaugurado en los próximos días y estará ubicado, por su capacidad de cálculo, entre los más importantes del país. "Nos permitirá abordar proyectos de investigación más ambiciosos", afirman sus responsables.

 Por Claudio Socolsky

Heriberto Fabio Busnengo, investigador en el Instituto de Física Rosario (IFIR), y docente del Departamento de Física de la Facultad de Ciencias Exactas, Ingeniería y Agrimensura de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), forma parte del Comité Científico encargado de la administración del cluster del Centro Científico Tecnológico (CCT) Rosario, que depende del Concejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet). Desde fines de 2011, Busnengo es miembro del Consejo Asesor del Sistema Nacional de Computación de Alto Desempeño (SNCAD), dependiente del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva (MinCyT), como representante del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN). Hace poco más de un año, el CCT﷓Rosario solicitó financiamiento al SNCAD para una mejora sustancial de su cluster, un conjunto de computadoras conectadas que permite, usando softwares adecuados, realizar cálculos científicos de alta complejidad en paralelo. Este nuevo equipo que quedará inaugurado en los próximos días, estará ubicado, por su gran capacidad de cálculo, entre los más importantes del país. "Esto nos permitirá abordar proyectos de investigación más ambiciosos en lo cuantitativo y cualitativo", indicó el investigador.

El primer cluster de este tipo a nivel institucional data del año 2006, cuando la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica (ANPCyT) financiaba Proyectos para Mejora de Equipamientos (PME), pensados para comprar grandes equipos, ya sea para realizar investigación experimental o bien equipamiento informático para este tipo de tareas. En ese contexto, varios grupos de investigación del IFIR se reunieron para solicitar uno de estos proyectos con el fin de optimizar la utilización de recursos informáticos disponibles a nivel local.

"Esto dio lugar a la instalación de un cluster de computadoras que se concretó en 2009, y que significó un salto cualitativo respecto a los recursos informáticos que se disponía hasta ese momento. Además se profesionalizó su administración a través del CCT Rosario, que cuenta con un área de informática y un data center, la sala que reúne las todas condiciones necesarias para que estos equipos funcionen adecuadamente", precisó el investigador, quien destacó que el pase de la administración al CCT abrió el uso del cluster a todas los institutos de investigación del CONICET a nivel regional.

Para cuantificar el poder de cálculo de este tipo de equipos de una manera accesible para no especialistas, conviene hablar del número de núcleos de cálculo (cores), que en el caso de una computadora de escritorio moderna es igual a 4. El cluster que se instaló allá por el 2009 contaba con 336 cores. El año pasado, los investigadores solicitaron al Sistema Nacional de Computación de Alto Desempeño, el área que persigue el objetivo de que todos los grandes equipamientos que se compran con fondos públicos estén trabajando con algún cierto tipo de control y coordinación, una actualización.

"Adherimos el cluster que teníamos junto con otros que se habían comprado, y por ese motivo pedimos el financiamiento de 500 mil pesos que, sumados a una contraparte que puso el CONICET, totalizaron 800 mil pesos para comprar equipamiento", indicó Busnengo, para luego destacar que decidieron abrir su uso no sólo al ámbito del CONICET en Rosario, si no a cualquier entidad de ciencia y técnica de todo el país para que cualquier usuario, explicando los motivos de su utilización, y si este pedido se adecua a las computadoras existentes, pueda usar estos equipos.

"El equipo nuevo, que se une al anterior de 336 cores, transformará su capacidad de cálculo en 1500 cores, lo que equivale aproximadamente al poder total de un conjunto de 400 computadoras de escritorio modernas", precisó el investigador. Podrán tener acceso al cluster, que está administrado por el ingeniero Javier Martínez, y las estudiantes de la licenciatura de Ciencias de la Computación de la UNR, Claudia Maiorana y María José Pagani, los investigadores del CCT Rosario, pero habrá un porcentaje de uso de al menos un 20 por ciento del tiempo de cálculo a cualquier persona que trabaje en instituciones de ciencia y tecnología del país.

Busnengo destacó que a partir de su puesta en funcionamiento, el cluster les permitirá abordar proyectos de investigación más ambiciosos. "Vamos a poder realizar cosas más complejas que hasta el momento no podíamos hacer", auguró el docente de la UNR quien junto a un grupo de investigadores trabajan en simulación numérica de materiales a escala atómica. "Se hacen simulaciones en las cuales se siguen en tiempo real el movimiento de átomos y moléculas durante procesos físicos y químicos diversos. Esto nos permitirá trabajar con sistemas de tamaños más grandes con lo cual las simulaciones se pueden hacer más realistas", describió el investigador.

En este tipo de simulaciones se describen sistemas físicos y químicos o materiales, comenzando desde la escala más pequeña a una más grande. "En la medida que uno puede crecer en esta escala de complejidad, los modelos computacionales permiten describir mejor las condiciones reales en las que tienen lugar muchos procesos físicos y químicos en un laboratorio científico, en la industria, o a nuestro alrededor en la vida cotidiana. En definitiva, esta posibilidad de abordar problemas cada vez más complejos nos ayudará a entender más y mejor a la naturaleza", explicó Busnengo.

El investigador indicó que su grupo de trabajo realiza investigación básica. "Si bien estamos todo el tiempo tratando de entender resultados experimentales que surgen de laboratorios, no estamos cercanos a una transferencia tecnológica o a dar una respuesta a algo que pase en la industria", planteó Busnengo. "Lo cual no quita que es un sueño que tenemos, y en la medida que tengamos capacidades de cálculos más potentes, el objetivo a largo plazo es tratar de acercarnos a este tipo de cosas; por ejemplo, para poder contribuir a resolver problemas de la industria química o de laboratorios farmacéuticos en los que se utilizan materiales o nanopartículas, que son objeto de muchos de nuestros estudios", agregó el docente de la UNR.

También pueden aplicarse a sistemas biológicos. "Con el avance de la biología molecular, hay un montón de problemas en los cuales se necesita un poder de cálculo enorme, como por ejemplo para el procesamiento de datos provistos por secuenciadores de genes, y este recurso va a estar disponible. En cuanto crezcamos en estos recursos vamos a poder ser más competitivos con centros de otros lugares en el mundo, y también desarrollar conocimiento más genuinamente y sin depender de recursos en el extranjero como ha sucedido históricamente en el país", abundó el investigador.

Además de Busnengo, el Comité Científico está integrado por los investigadores del IFIR, Claudio Gazza y Marcelo Sepliarsky, y el investigador del CIFASIS, Pablo Granitto. El investigador resaltó que si bien los mayores financiamientos de la actualización provienen del MinCyT y el CONICET, la UNR está presente en con aportes destinados al mantenimiento de los equipos. "Siempre hemos tenido la mejor predisposición", concluyó Busnengo.

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Heriberto Fabio Busnengo, investigador del IFIR, forma parte del equipo de CCT que depende de Conicet.
Imagen: Andrés Macera.
 
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