"Russo pidió un millón y medio de dólares por año y Central no lo puede pagar. En mi vida nunca vi tanta plata junta", confió Horacio Usandizaga, para explicar así los motivos por los cuales se negó a renovar el contrato con el entrenador, posición lo que llevó a pedir licencia por 30 días al no encontrar apoyo en sus pares de Comisión Directiva, ni siquiera en su hijo Manuel. "Dijo que vino por el afecto que le tiene a Central y se lo agradecí públicamente. Pero trabajó menos de tres meses y se llevó medio millón de dólares", rezongó el Vasco.

Sin eufemismos y evitando caer en lugares comunes propios en los dirigentes de clubes de fútbol, Usandizaga entregó ayer claras precisiones de por qué se negó a conceder el millonario contrato exigido por Russo. "Quería que siguiera Russo, pero Central no está en condiciones de pagar lo que vale. A veces el club tiene que poner un límite", consideró el presidente de licencia en declaraciones a la emisora porteña La Red.

"Volvemos a las andadas", propuso el Vasco, haciendo referencia a los años de caos financiero que sufrió y donde la entidad vivió a merced de los inversores. "Russo quiere 1.200.000 dólares por año, libres de impuestos y más premios, lo que en total significa casi 1.800.000 dólares. Y además pretende premios por resultados y que le traigan cinco jugadores. Ningún club del fútbol argentino puede pagar eso", recalcó el Vasco. "Esa es mi opinión, pero no la de los otros 17 directivos. Acá hay una situación económica que existe, hay una crisis económica mundial, en la Argentina y en el fútbol. En la AFA hay una gran preocupación, se habló de decirle basta a los contratos en dólares, basta a las sumas siderales", añadió Usandizaga.

Y concluyó: "Hay más mentira e hipocresía en el fútbol que en la política. Los hinchas de fútbol no atienden razones, lo único que quieren es ganar. No les interesa la vida institucional del club, y eso es lo que tengo que cuidar yo como presidente. La verdad que mi intención es alejarme definitivamente de Central".