turismo

Domingo, 4 de noviembre de 2007

El mar patagónico

 Por Graciela Cutuli

Así como las rutas rionegrinas son emblemáticas en la Cordillera, no pueden sino serlo también en su extensa costa atlántica. Caracterizada por acantilados, restingas y playas de aguas azules –algunas notablemente cálidas para estas latitudes–, la costa invita a recorrer la ruta que va de Viedma a Sierra Grande, pasando por San Antonio Este y Oeste, Las Grutas y Playas Doradas: aquí reinan en el plato los mariscos y pescados, en particular los pulpitos, mejillones y vieiras. También se recolectan cholgas, almejas, calamares y almejas. En esta región costera se destaca el trabajo de los buzos marisqueros, que se dedican a recolectar moluscos bivalvos en los lugares donde previamente se ha detectado la existencia de bancos. También se practica la pesca artesanal de la merluza y el salmón, y en toda la zona aledaña a Las Grutas son tradicionales los pulperos que ofrecen los pulpitos recién recolectados en las restingas a restaurantes y turistas. No sólo frescos, también en conservas, vinagretas y escabeches, los frutos de mar ofrecen todo el sabor de la costa rionegrina.

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