De manera inesperada y cuando el círculo de silencio de los grandes empresarios parecía consolidarse, uno de los empresarios más pesados del país salió a criticar la situación recesiva que les pega a las industrias, la política del Gobierno y hasta se despachó con fuertes cuestionamientos a la dirigencia empresaria. "Hay que unirse para reclamar condiciones de competitividad razonables. Si nos quedamos en una situación de resistencia, nos va a ir mal. No hay que aguantar, hay que atacar", expresó Javier Madanes Quintanilla, el dueño de Aluar y FATE. Y agregó que "la dirigencia empresarial tiene un rol insignificante (...) es más un geriátrico que algo pujante". 

Históricamente una oveja negra del establishment, Madanes ya había tenido cuestionamiento directos al modelo antiindustrial en la era Macri y siempre prefirió moverse por fuera de las cámaras empresarias. Los que mejor lo conocen contaron a Página I12 que siempre esquivó participar en la Unión Industrial (UIA) y en la Asociación Empresaria Argentina (AEA), para jugar su posición en libertad individual. Hoy, sus firmas están a cargo de Martín Levinas, un ceo que dejó al mando para dedicarse a un liderazgo más estratégico. 

Poco habitué de los medios, Madanes, que despidió la semana pasada casi 100 trabajadores en FATE, reapareció con una entrevista en "La Fábrica Podcast", un emprendimiento de difusión del debate y la temática fabril que crearon industriales jóvenes, entre ellos el textil Tomás Karagozian, Pedro Gentile, industrial pyme de La Matanza, Oliver Maltz, del grupo Estisol, Román Guajardo, de la industria de Santa Fe y Valentino Romano, dueño de una maderera en Morón. 

El "rol insignificante" de la burguesía

Desde este diario se viene relatando que la UIA, impulsada por los intereses de Techint, Arcor y Ledesma, viene jugando en silencio en plena crisis de actividad, aún cuando los números son de impacto: días atrás, la central fabril reportó una caída de 17,2 por ciento de la actividad en marzo, la más importante en décadas, sólo superada por dos meses del cerrojo de la pandemia

En ese contexto, Madanes se desmarcó de la no posición de otros de los dueños de empresas antes nombrados y fue muy crítico sobre el rol que tienen las gremiales empresarias. Así, aseveró que "la burguesía argentina era un referente a nivel mundial. La desnacionalización de la economía argentina en las últimas cuatro o cinco décadas ha sido monstruosa, lo cual para mi es un problema. Porque yo respeto muchísimo la inversión extranjera, pero es muy diferente la conversación con un ceo de una compañía multinacional con alguien que tiene una trayectoria de larga data en Argentina y que ha vivido todos sus procesos de cambio. Si sólo fomentamos ese proceso de desnacionalización... es una responsabilidad que al menos yo no quiero asumir"

En esa línea, consideró que "le veo muy poco rol a la dirigencia empresarial, prácticamente insignificante, me gustaría asignarle un rol mucho más protagónico. Hay un error en las agrupaciones empresarias que viene de larga data, yo he sido muy crítico, hasta te diría que me cansé de pelear. Son directorios de asiento, ya tienen definido quién va a ir y por cuántos años de su vida va a ir, entonces se transforma más en un geriátrico que en algo pujante. Es peor que la casta, porque la casta por ahí tiene algunas virtudes... esto apunta a que las mismas personas se eternicen. No transmite ningún entusiasmo eso". 

El RIGI y China

El empresario, que según cuentan en su entorno está seriamente preocupado por la pérdida de perfil productivo y exportador del país y el ingreso indiscrminado de importados, también se refirió a cuestiones geopolíticas que impactan en la situación económica nacional. 

En esa línea, en la entrevista con La Fábrica fue consultado por el Régimen de Fomento de Inversiones (RIGI), que se debate en el Senado en el marco de la Ley Ómnibus: "Hay que se cuidadosos desde donde se mira al RIGI, promover las inversiones es fundamental, pero hay que hacerlo con equidad. Y cuando entramos a discutir la equidad es muy dificil tratar de entender la posibilidad que se les da a lo demás. Eso no parece estar entendiéndose en el Parlamento. Yo escucho críticas por el monto, por los beneficios, pero no escuché demasiadas opiniones sobre la equidad, por qué no todos tenemos la misma posibilidad de invertir. Siento que hay un cierto menosprecio al capital nacional, que no es de este gobierno, viene de años". 

En ese sentido, habló con más precisión sobre la posición que tomó el gobierno de Javier Milei respecto a China. Fue allí lapidario: "Occidente está perdiendo un batalla y hay que ser cuidadosos con las alianzas geopolíticas en un escenario de ese tipo. Me parece que alinearnos absolutamente en determinada dirección... si no consideramos nuestras debilidades y la necesidad de tener un prestamista de última instancia —si es que nos queremos alinear así— estamos cometiendo un acto de suicidio".

De este modo, agregó que "hoy queremos tomar una distancia con Asia, concretamente con China, y a China le debemos mucho dinero, ¿qué vamos a hacer con eso?. Tenemos inversiones hechas de buena fe por el Gobierno chino, como las represas hidroeléctricas que acumulan un pasivo de entre 3 y 4000 mil millones de dólares, que están al 25 por ciento... ¿qué vamos a hacer con eso? ¿Lo vamos a mandar a costo hundido? ¿vamos a generar un conflicto de largo plazo?". 

A abrir los libros

Los que están en la diaria con Madanes aseguraron a este diario que en la era de Guillermo Moreno como secretario de Comercio Interior, las discusiones eran picantes pero que el CEO no le escapaba al debate. En una de ellas, el dueño de FATE le preguntó a Moreno si "¿te queres quedar con mi compañía? Mirá que es mía eh". Moreno le respondió que le gustaba su manera de debatir. 

Sobre ese momento y ese vínculo, Madanes también respondió en la entrevista. "Recuerdo que durante la época de Moreno me tocaba ir una vez por mes, nunca hubo un revolver en la mesa, es parte de una fantasía que se creó. No era una conversación suave, pero logré trabajar a libro abierto, abríamos los costos. No estoy a favor de los modos, pero sí de trabajar a libro abierto, es la única manera. Si trabajáramos a libro abierto, mejoraría la economía"

Por último, el empresario consideró que "hay que trabajar a balances abiertos, si tanto proteccionismo existe y tan condicioso es el empresario privado en Argentina, las pymes deberían estar nadando en dinero, y no las veo nadando en dinero". 

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