Venus Williams logró el lunes en Indian Wells su primera victoria en cuatro años sobre su hermana Serena Williams, que se despidió así del torneo en el que regresaba oficialmente al tenis tras su embarazo. La hermana mayor, de 37 años, derrotó a Serena por 6-3 y 6-4 para avanzar a los octavos de final en California. Y lo hizo con emoción: Venus desperdició un match point con su servicio y después cedió su saque. Finalmente, ató el encuentro tras una hora y tres cuartos.

“El partido no se acaba hasta el último punto. Serena venía rugiendo”, señaló Venus tras el partido. “Ella juega muy bien y ha tenido un excelente regreso. Nunca sabes qué pasará hasta el final y creo que soy muy afortunada de haber jugado más en el último año”, añadió la jugadora, que se medirá en octavos a la letona Anastasija Sevastova.

Serena, de 36 años, no jugaba un torneo en singles desde que ganara en enero de 2017 su Grand Slam número 23 en Australia. Meses después, en septiembre, dio a luz a su hija Olympia Ohanian y tuvo graves complicaciones tras el parto. La ex número uno aseguró incluso que estuvo cerca de morir.

Había mucha expectación en Indian Wells por el duelo entre las hermanas Williams, sobre todo después de que lo que ocurrió en 2001. En las semifinales de hace 17 años, Venus se retiró antes de medirse a Serena y la menor de las Williams avanzó a la final sin jugar. El público no se lo tomó bien y sospechó que las hermanas habían arreglado que Serena se clasificara a la final. Un día antes, además, la jugadora rusa Elena Dementieva acusó al padre de las Williams, Richard, de decidir los partidos entre sus hijas.

Serena, entonces de 19 años, fue abucheada por los aficionados durante la final que ganó a la belga Kim Clijsters. También increparon a Richard y a Venus, presentes en la grada. Por esa razón, boicoteó durante 14 años al torneo californiano, considerado el más importante del circuito tras los cuatro Grand Slam.