A diez días del comienzo del ciclo lectivo, alrededor de 82 mil alumnos bonaerenses del nivel inicial no pudieron empezar las clases. En algunos casos, porque la Provincia de Buenos Aires no cumplió con su promesa de hacer las obras necesarias para responder a la demanda de matrículas; en otros, porque los trabajos de refacción de la Unidad Ejecutora Provincial comenzaron pero no se terminaron a tiempo tras la disolución de la UEP; algunas obras quedaron inconclusas por la falta de pago a las constructoras que las ejecutaban. En todos los casos el resultado fue el mismo: los alumnos se quedaron afuera del sistema educativo. 

Los municipios más afectados fueron Lomas de Zamora, La Plata, Moreno, General Rodríguez y Florencio Varela, pero no fueron los únicos. La mayor demanda se concentró en las salas de tres y cuatro años. Los docentes y padres involucrados denunciaron que "el parate administrativo de las obras implica la desescolarización de los chicos”. Al perder la oportunidad de acceder a la educación a temprana edad, están uno o dos años fuera del sistema educativo. Esto conlleva dos consecuencias directas: por un lado, se generan graves diferencias en su escolarización y, por otro, empujan a los padres a optar por escuelas privadas.

Los niños que debían ingresar al Jardín Infantes Nº 916 de La Plata, por ejemplo, no pudieron empezar las clases porque paralizaron la construcción de la salita inicial, que en diciembre pasado tenía un nivel de ejecución de obra superior al 90 por ciento. “En enero y en febrero la obra quedó estancada; recién la reanudaron en marzo, durante la inauguración oficial de las clases”, explicó Lorena, una de las madres afectadas a Página/12.  “Algunos chicos pudieron comenzar porque los reubicaron en otras salas, pero lógicamente no pueden acomodar a todos y superpoblar las aulas, y en el caso de los niños de tres años, turno tarde, directamente no pudieron arrancar”, agregó. 

La paralización de las obras, en este caso, coincidió con la disolución de la UEP, que la gobernadora María Eugenia Vidal decidió en diciembre del año pasado y determinó 380 despidos. El organismo, que funcionaba hace más de veinte años, se ocupaba de la construcción y reparación de escuelas, jardines y centros educativos.

Al menos cuatro jardines más de Florencio Varela están en la misma situación. Allí no pudieron ingresar los alumnos de los jardines 947, 930, 928 y 916. “No hubo ni un solo avance, ninguna obra se retomó, menos ahora que se disolvió la UEP. Están en un parate administrativo por la cantidad de obras”, denunció a este diario Julio Gutiérrez, secretario general de Suteba de aquella ciudad. Allí se acumulan las listas de espera para salas de 3, 4 y 5 años. “Tampoco se puso un solo ladrillo para la escuela secundaria y nos tenemos que arreglar con el mismo espacio, a pesar de los compromisos oficiales”, completó el docente. 

“Los chicos no están teniendo clases y no por el paro docente sino por la falta de responsabilidad de las autoridades para garantizar que las obras finalicen a tiempo”, advirtió por su parte Liliana Rossi, docente de Lanús, donde hay dos jardines sin terminar y una secundaria (la N° 54) que recibe a los alumnos sólo dos horas por la falta de espacio en sus aulas. “Se suponía que iban a trabajar para que estuviera todo listo al inicio de clases pero eso no sucedió”, repitió Rossi, quien denunció que los inconvenientes se podrían haber evitado si se hubieran convocado las Unidades Educativas de Gestión Distrital, el espacio en el cual los docentes pueden canalizar sus problemáticas. “Desde Provincia no viene un peso y todo se financia con los fondos de Nación. En este caso, descubrimos que la falta de obras tenía que ver con la falta de pago del municipio a la empresa constructora”, amplió Rossi. 

En Lomas de Zamora, mientras tanto, fueron dos mil los niños de nivel inicial que no pudieron comenzaron las clases, razón por la cual el lunes pasado la secretaría general de Suteba del distrito denunció la falta de creación de jardines nuevos, a pesar de las múltiples promesas oficiales. El año pasado, Vidal se había comprometido a construir 19 salas nuevas en 9 jardines de Momas pero no cumplió con su palabra.

“En diciembre de 2016 se asignaron cinco terrenos de la Dirección General de Escuelas para que se construyeran los jardines. Pero no hicieron nada y la lista de espera en Lomas es enorme”, denunció el docente Javier Perin. "Lamentablemente los alumnos no pueden acceder a la escuela pública y tienen que buscar, en los mejores casos, un jardín privado o comunitario, aunque por lo general se terminan quedando en las casas”.