VIOLENCIAS
La brutalidad
Se cumplen dos años del femicidio de Marisela Inés Pozo Pizl, asesinada a golpes, horas de tortura y muerta tras cuatro días de agonía. Un juicio abreviado dictaminó un año de cárcel para los asesinos, que jamás estuvieron presos, y una cadena de impunidades canceló la posibilidad de apelar esa sentencia, tan injusta. Un ejemplo más de cómo funciona el pacto de silencio entre machos, el lamentable rol del INAM (ex Consejo de la Mujer) para asesorar y asistir a las víctimas, y la permanente afirmación de una Justicia patriarcal, especialmente ensañada con las mujeres pobres.
