Decenas de miles personas se han rendido ya hacia inexplicable propuesta llamada Dogs in Food, una cuenta Instagram con poquísimos meses de vida, que amasa tamaña cantidad de seguidores, encantados por su singular “arte”: el de combinar adorables cachorros caninos con delicias gourmet. No en cruenta receta, valga la pertinente la aclaración, sino photophopendo a canes de las más diversas razas en postres dulces y platos salados, amén de crear bizarros, y aparentemente efectivos, deleites visuales. “Las personas adoran ver perritos y adoran ver comida, así que me pareció que una idea que mezclase ambos dos les robaría una cuantas sonrisas”, explica el creador, o la creadora de la cuenta, que opta –vaya a saber uno porqué– permanecer en el anonimato. Acaso la carencia de firma le dé más libertad para continuar insertando rostros o patas perrunas en banana splits, helados, tortas de chocolate, croissants, macarons, muffins, tazones con pochoclos o cereales, tacos vegetarianos, sushi, platos de sopa... Evidentemente, no hay límite en los ingredientes que habilitan incluir bonitillo can, a juzgar por la ecléctica selección. Selección que ha capturado la atención de medios con el diario estadounidense Los Angeles Times, dicho sea de paso, que en un artículo reciente anotaba con –excesivo– entusiasmo: “Todos hemos amado tanto a un perro que nos lo comeríamos, pero esta cuenta los vuelve aún más deliciosos. ¿Dónde empieza el bicho y dónde el postre?”. Interrogado/a acerca de las aspiraciones que pretende para su proyecto personal, expresó la mente detrás de Gods In Food –que recibe los pedidos de dueños que quieran que su mascota sea editada en algún plato en particular– que la cuenta es solo el comienzo, que planea aventurase en otras combinaciones de animales varios y comidilla. Por caso, una ardilla, que en breve subirá a la más amplia, más inclusiva @animals_infood.