La economía creció 2,9 por ciento durante 2017. El resultado publicado ayer confirma el rebote estadístico después de la recesión registrada durante el primer año de gobierno de Mauricio Macri. En la nueva serie estadística revisada para las cuentas nacionales que publicaron las nuevas autoridades del Indec, el dato del año pasado es el más elevado desde 2011, ya que superó por tres décimas el registro correspondiente a 2015. A pesar del optimismo del Palacio de Hacienda, la recuperación se ubicó por debajo de la proyección oficial de 3,5 por ciento prevista en el Presupuesto 2017. La suba de la inversión después del desplome del año anterior y la mejora del consumo privado fueron los factores que empujaron el nivel de actividad. De la mano de la obra pública, la formación bruta de capital fijo creció 11,3 por ciento mientras que la tímida recuperación en el poder adquisitivo de los salarios marcó un alza del 3,6 por ciento. La promocionada “vuelta al mundo” de la Argentina se observa en el desempeño de las importaciones, que anotaron el crecimiento más importante al escalar 14,7 por ciento. A pesar de la profunda desregulación y eliminación de impuestos, las exportaciones apenas crecieron 0,4 por ciento el año pasado. 

Los datos celebrados por la Casa Rosada son preliminares y están sujetos a revisión como sucedió ayer, cuando las autoridades del Indec aprovecharon la publicación para incorporar algunas correcciones en sus mediciones pasadas. Así, el Gobierno no solo muestra crecimiento en el PIB durante 2017 sino que los nuevos datos le permiten sostener que la recesión de 2016 fue menos profunda. En lugar de la contracción de 2,2 por ciento, las autoridades del organismo estadístico estimaron que la caída fue de apenas 1,8 por ciento. De esa forma, el crecimiento del año pasado logró recuperar todo el terreno cedido en 2016. Los cambios en las cifras, además, resultan en una reducción para el tamaño del déficit fiscal. Asimismo se modificaron los registros correspondientes al tercer trimestre que se habían convertido en los más elevados de la gestión Cambiemos. A mediados de diciembre el Indec informó una mejora del 4,2 por ciento frente al mismo período del año anterior pero ese registro ayer cedió hasta 3,8 por ciento.

El Indec incluyó además los registros para el cuarto trimestre del año pasado, cuando el PBI registró un alza interanual del 3,9 por ciento, que en la medición frente al trimestre anterior fue de 1,0 por ciento. 2017 comenzó lento con un alza de 0,6 por ciento entre enero y marzo pero el rebote estadístico se aceleró en los períodos siguientes. En el segundo trimestre la mejora interanual fue de 3,0 por ciento mientras que en el tercer trimestre llegó a 3,8. Con esos números, el Indec informó ayer el aumento acumulado del PBI del 2,9 por ciento. 

Los datos para 2017 dan cuenta de la recuperación de la economía después de la recesión registrada en 2016. Desde el Ministerio de Hacienda destacaron que “el crecimiento fue difundido: alcanzó a 13 de los 16 sectores” pero el impulso principal estuvo concentrado en los sectores vinculados a obra pública, la construcción y la provisión de insumos para esos proyectos. La industria automotriz y maquinaria agrícola también registraron alzas. Sin embargo, el resto de las actividades industriales todavía no consigue repuntar. El comercio minorista y mayorista apenas llega a recuperar lo perdido en 2016. Hace dos años cayó 2,4 por ciento y el año pasado mejoró 2,6 por ciento. 

El componente más dinámico del PBI después de las importaciones fueron las inversiones, que tras la fuerte caída observada en 2016 estuvieron impulsadas por los rubros construcciones y maquinaria y equipo. La formación bruta de capital fijo creció 17,2 por ciento en el año y 20,7 por ciento en el cuarto trimestre. Durante 2017 el impulso en Maquinaria y equipo fue de 13,9 por ciento y en Equipo de Transporte la suba fue de 2,4 por ciento. En ambos casos el incremento provino por productos importados. “Desde principios de 2010 que no se observaba una expansión de la inversión sin estacionalidad de esta magnitud”, comentaron desde el Palacio de Hacienda al omitir que el año anterior la caída en la inversión había llegado al 4,9 por ciento.

Finalmente, el consumo privado creció 3,6 por ciento y el consumo público aumentó 2,0 por ciento. Con esos registros el consumo total alcanzó el año pasado el 86,8 por ciento del PBI. Desde la consultora Ecolatina destacaron que el consumo “sigue siendo la principal fuente de demanda y, por lo tanto, descuidar esta variable (concretamente, reducir el gasto público y ponerle un techo al crecimiento de los ingresos reales de las familias) desacelerará la evolución del nivel de actividad agregado”. El techo a las paritarias y otras medidas como el cambio en la fórmula de cálculo de las jubilaciones limitan la recuperación en la mejora de los ingresos.