Flores negras y luz de sol
Llegaba a escribir casi treinta cartas por semana: odiaba el teléfono. Y muchas de ellas están recopiladas en este volumen de Cartas de John Cheever, editado por su hijo Benjamin, donde el desconsolado cronista de los suburbios habla de sus amistades, sus cuentos, sus peleas, sus viajes, sus intoxicaciones, sus intentos de rehabilitación y sus envidias. Para leer en contrapunto con sus bestiales Diarios, como un atenuado lado B de su doble vida.
