A raíz del informe que publicó Amnistía Internacional en torno a los ataques y agresiones coordinadas por trolls en redes sociales ante posiciones críticas al Gobierno, María O’Donnell, Reynaldo Sietecase y Edi Zunino, tres de los nueve periodistas que aparecieron entre las cuentas que tomó AI para realizar el relevamiento de las agresiones en Twitter, dieron a conocer sus posiciones respecto del estudio. Desde AI explicaron que se eligieron estas personas por su relevancia pública, pero además porque el hecho de que no tengan constantemente un comportamiento crítico al Gobierno permite identificar con más claridad el funcionamiento de los ataques. Los tres periodistas destacaron la importancia del informe respecto del impacto de las redes sociales sobre la calidad del debate público, a la vez que hicieron hincapié en reflexionar sobre la posible responsabilidad del Estado en este tipo de campañas de desprestigio a comunicadores y defensores de los derechos humanos. 

María O’Donnell afirmó que no le sorprendió haber aparecido en la lista de las cuentas de análisis. “Ellos buscaron por ahí un grupo de periodistas como lo planteaban en el informe, que no estuviesen como muy identificados con estar a un lado u otro de la grieta y tratar de ver cómo era el comportamiento sobre esos periodistas”, explicó en diálogo con PáginaI12. En relación con el tema del informe, consideró que los ataques o las agresiones en las redes sociales pueden tener efectos sobre la libertad de expresión. “Siempre hay una línea delicada con lo que es la libertad de expresión, pero Twitter puede fácilmente identificar las cosas robotizadas, como lo identificó también este estudio de Amnistía”. 

Además, O’Donnell recalcó que “los Estados tienen la responsabilidad de garantizar el debate público” y se preguntó por la injerencia del Gobierno en este tipo de ataques.”Bueno, surge la pregunta de si hay algo organizado por parte del Gobierno porque estos ataques puntualmente son de gente simpatizante del macrismo. Pero el informe dice que es algo que no se puede afirmar, que no lo puede probar tampoco”, agregó. 

O’Donnell también se refirió al diputado oficialista Fernando Iglesias, con quien mantuvo un fuerte cruce en las redes sociales a raíz de la publicación del informe. “La presencia sobre todo de un diputado oficialista en esto, ahí sí creo que hay una responsabilidad del tipo de tono que vos le das a la discusión publica y la responsabilidad de cómo se ataca a determinada gente, además con noticias falsas”, agregó. 

Reynaldo Sietecase consideró “valioso” el informe de Amnistía dado que “muchas de las movidas en redes sociales, cuando son organizadas o alentadas, no sólo ensucian los debates sino que pueden limitar la libertad de expresión”. “Es lo que se denomina ‘efecto disciplinador’: si me atacan por decir tal o cual cosa, para la próxima me lo pienso dos veces. Eso no suele ocurrir con los periodistas, tenemos un ejercicio de exposición que incluye aceptar esas presiones pero sí puede afectar a otros emisores”, aseguró Sietecase. Y agregó: “Ojalá las advertencias del informe ayuden a que los dirigentes políticos que alientan estos ataques o reproducen noticias falsas y campañas desprestigio, reflexionen sobre su rol de comunicadores de ideas”. 

Para Edi Zunino, el informe de AI “confirma lo evidente”. “El tema es que se lo hace por primera vez, apelando a mecanismos más o menos científico. Si bien la respuesta la sabíamos, no la teníamos corroborada de manera rigurosa”, aseguró. Destacó que “lo grave sería que esto esté organizado desde el Estado con dinero público”. “Cosa que también resulta una obviedad pero que nadie ha comprobado todavía. Y eso debería ser lo que los poderes del Estado se comprometan a investigar por la tranquilidad de todos, porque si estamos usando plata del Estado para que haya gente real, gente ficticia y gente robotizada dedicada solo a agredir, seria un despropósito”, advirtió. Además consideró que los ciberataques no son exclusivos del macrismo. “Este modus operandi en la Argentina no lo inventó el macrismo, ni siquiera lo inventó el kirchnerismo, lo tomó el kirchnerismo como cuestión de época”, aseguró. Como conclusión, señaló que “el uso político de las redes sociales no está mal básicamente. Lo que está mal es entorpecer el debate público”.