El presidente estadounidense, Donald Trump, anunció de forma inesperada una próxima retirada de sus tropas de Siria, en el marco de un discurso sobre infraestructuras que pronunció el jueves en Richfield, estado de Ohio.

Estados Unidos abandonará “muy pronto” el país envuelto en una guerra civil. “Y, por cierto, acabaremos con el Estado Islámico (EI)”, afirmó. Otros deberán ocuparse de ese conflicto, añadió. Su declaración se contradice con la visión del Departamento de Defensa, informan los medios. Un colaborador del ministerio indicó a CNN que no tienen claro qué quiso decir el presidente con su declaración. Pocas horas antes del discurso de Trump, la portavoz del Pentágono, Dana White, había dicho que aún hay mucho por hacer en Siria para garantizar una victoria duradera sobre los extremistas. El secretario de Defensa, James Mattis, y el ex secretario de Estado Rex Tillerson se habían manifestado a favor de una permanencia. También el sucesor designado de Tillerson, Mike Pompeo, y el asesor de Seguridad Nacional, John Bolton, consideran que hay que seguir presentes en Siria, según la web Politico.

El Pentágono confirmó la presencia de unos 2.000 soldados estadounidenses en Siria, la mayoría miembros de las fuerzas especiales, indicó Politico. Los efectivos apoyan a milicias rebeldes que combaten al Estado Islámico (EI).

Por su parte, el primer ministro de Turquía, Binali Yildirim, agradeció ayer en conversación con medios turcos, al presidente de Estados Unidos, su intención de retirar “muy pronto” a los militares estadounidenses de Siria.  “Nos llegan diferentes declaraciones, pero nosotros tenemos por vinculante lo que dice el presidente de Estados Unidos. Le felicitamos por la retirada. Ha tomado la decisión correcta”, dijo Yildirim. El mandatario hizo esta declaración a varios periodistas que le acompañaban en el avión en el que Yildirim volvía a Turquía tras una visita oficial a Bosnia. 

En su charla con la prensa, Yildirim evaluó también otros aspectos de la política exterior turca y volvió a condenar la iniciativa del presidente francés, Emmanuel Macron, de reunirse con representantes de milicias kurdosirias, algo que consideró “una gran provocación”.