A los 72 años, Neil Young continúa sorprendiendo con su implacable productividad y sus desvíos inesperados: además de un consistente flujo de álbumes de estudio, ha impulsado su propio modelo de auto eléctrico, el reproductor de alta fidelidad Pono y un extenso proyecto que investiga sus archivos. Ahora llega el protagónico en una película escrita y dirigda por la novia del veterano rocker, la actriz Daryl Hannah. Presentada a comienzos de este año en el festival South by SouthWest y adquirida por Netflix, Paradoja es una historia de cowboys surrealista y caprichosa, con Young encabezando una banda de forajidos que, en una especie de terreno salvaje postapocalíptico, aparentemente está buscando un tesoro. Pero la mayor del tiempo está disfrutando la brisa, como si fueran un grupo de drogotas disfrutando los asombrosos paisajes rurales. La pelíucla ya fue subida a la plataforma online, y su banda de sonido fue editada por Reprise Records.

Paradox es también una relajada película de no-concierto estructurada alrededor de zapadas espontáneas que involucran a Young y su actual banda Promise Of The Real, rockeando en el escenario de un mercado, en un festival o en una guitarreada junto a una hoguera. Describir a Paradoja como “una especie de película” puede sonar como una forma de condenarla, un débil elogio, pero la descripción pertenece a la misma Hannah en una de las entrevistas telefónicas en las que ambos hablan del proyecto... con las estrictas instrucciones de tratar de no irritar al ocasionalmente irascible músico con nada que no tenga que ver con el film.

Conocida por sus roles en Blade Runner y Splash, Hannah ya tuvo sus experiencias detrás de las cámaras; la más exitosa fue en 1993, con el cortometraje The Last Supper (La última cena), que ganó un premio en el Festival Internacional de Cine de Berlín. Pero de todos modos ella es cautelosa y no llama a esto su debut cinematográfico. “Eso le agrega cierta carga, en términos de definirla como mi tarjeta de presentación, o como algo que establece mi identidad como cineasta”, explica. “Tengo proyectos que estuve escribiendo y desarrollando para ser películas propiamente narrativas, pero esta es una aventura espontánea que surgió de la nada. Se combinaron el momento y la oportunidad de manera correcta”.

El proyecto de Paradoja tomó impulso en el otoño de 2016, luego de que Hannah terminara de filmar Sense8, la serie que presentó la misma plataforma de streaming. Al mismo tiempo, Young y su equipo estaban establecidos por unos días en Rockies, el lugar natal de Hannah, una región en la que la actriz de Kill Bill creció y se acostumbró a acampar en el medio del campo; aún tiene una casa allí. Young y su banda estaban aclimátandose a la altura antes de un show en Telluride, Colorado, el comienzo de una gira que terminaría con su presentación en el festival californiano Desert Trip. Hannah aprovechó la oportunidad para realizar ensayos para la película, con solo un simple guión para darles una duiía y una idea general, y abriendo más oportunidades para tocar. “Decidí que iba a tenerlos como languideciendo en una especie de purgatorio, un bucle en el tiempo; la historia se fue formando a partir de esas restricciones”.

Hannah ya dirigió videos promocionales de la banda; Neil Young es un maestro en la actitud de “puedo hacerlo”, y de hecho ha dirigido sus propias películas de concierto, e incluso la bizarra comedia de los ‘80 Human Highway bajo el seudónimo de Bernard Shakey. En Paradox, en tanto, aparece en los créditos como productor. Naturalmente, se mostró dócil ante el plan de la actriz y directora. “Daryl se dedica por completo a las películas, estudió mucho y quería hacer una”, dice. “Ella tenía una idea que giraba alrededor de una carpa de circo que viajaba con su gente viviendo en ella, así que dije ‘pongamos una carpa justo acá, y vos te ponés a pensar en algo’”.

Young describe el asunto como “un acto de amor”, y claramente puede sentirse el afecto de Hannah tanto por Young como por Promise Of The Real, un grupo joven que incluye a Lukas y Micah, dos de los hijos de la leyenda del country Willie Nelson. La directora le dio forma a dos personajes de ficción similares a las mismas personas, “caricaturas del modo en que la gente los ve”, incluyendo a su galán como The Man In The Black Hat, El Hombre De Sombrero Negro. “La gente lo ve como alguien terriblemente intimidatorio, pero nosotros lo conocemos como este tipo con un corazón de oro”, señala. Hannah incluso tentó a Young a su primer paseo en trineo tirado de perros, en el que el pasajero se ve confortablemente seguro. “Soy canadiense, con lo que sé de qué se trata”, se ríe el músico. “No parecía difícil”.

Young describe toda la experiencia como “divertida”, pero aun siendo él mismo un creativo notoriamente fecundo, terminó impresionado por el profesionalismo de Hannah. “Ella estuvo muy enfocada todo el tiempo; sabe lo que está haciendo, e hizo todo por sus propios medios”. Además de diigir y escribir el guión, ella mismo manejó la cámara y se puso a buscar piezas de vestuario en locales de ropa de segunda mano de la zona. “La verdad es que a mí me quedó muy poco trabajo por hacer, más allá de ser yo mismo, decir un par de líneas aquí y allá”, recuerda Young. “Ni me preocupé por lo que ella estuviera haciendo porque sabía que iba a ser bueno. No sé cuánta gente sabe lo brillante que es; probablemente la mayoría está más preocupada por cómo se ve que por lo que pueda estar pasando por su cabeza”.

Algo del material registrado por Hannah se realizó a través de la lente de su teléfono y una cámara Súper 8, lo que sugiere una simpatía por la tecnología vintage compartida con Young, quien el año pasado realizó una subasta de sus autos clásicos y sus trenes a escala. El guitarrista que buscó desbancar al iPod con su propia tecnología lo ve como un deseo por una mejor calidad. “Los dos vemos la degradación que está ocurriendo en la era digital. Nosotros vemos cómo la calidad se va diluyendo y cuán irresponsables son las compañías dedicadas a la tecnología. La forma artística del sonido grabado es hoy una sombra de lo que fue en el pasado”.

Para Hannah, la ironía es que ve que la actual tecnología HD provee demasiada claridad. “Está hiperfocalizado, sin la belleza o los bordes atenuados. Se ve como una telenovela berreta en video y hace que la actuación se vea mal. Es interesante que para ellos la alta resolución sea el equivalente del celuloide: tenés más información, sabés cuál era la intención del artista. Suena como ir hacia atrás, pero es la verdad”. Otro compromiso que la pareja comparte es el activismo político y la lucha por el medio ambiente: ambos fueron arrestados en 2014 en una protesta contra el oleducto keystone, resultado de lo que Hannah recuerda como el primer show de Promise Of The Real. Esto le da un subtexto a la película que está lejos de ser didáctico. El tesoro que la banda busca no es oro, sino los artefactos de una era tecnológica pasada, relojes alarma analógicos, teclados de computadora y cosas así.

Cuando Young roba un banco junto a Willie Nelson –en un delicisoso cameo–, resulta que no es un banco de dinero sino de semillas; las imágenes de la banda zapando se funden en escenas de Young y su banda actuando en el Desert Trip, donde tiran bolsas de semillas al público. Es una protesta contra la prohibición estatal de transportar semillas orgánicas de un estado a otro, que es vista como un beneficio a las corporaciones, especialmente a Monsanto, la habitual bestia negra del músico. “Las semillas en nuestra película son reales, y las semillas enemigas son las GMO, las semillas genéticamente modificadas”, dice él. “Así como la verdadera música es nuestra amiga”. 

Las alusiones a los nativos americanos también aparecen, incluyendo un tipi con el slogan “El agua es vida”, algo que cobra una renovada urgencia ante la escasez de agua del verano pasado en California. “Donde vivimos tuvimos sequías, y tormentas increíblemente grandes castigando las montañas”, dice Young. “Es exactamente lo que Al Gore dijo que iba a pasar en Una verdad incómoda. Por un tiempo fue algo urgente, pero ahora creo que la gente empieza a realmente darse cuenta de eso”. En última instancia, de todos modos, Paradoja es una celebración de la música y de los lazos que ésta genera a través de las generaciones, notablemente cuando Hannah captura el momento en el que por primera vez Neil y su banda le dan forma a la canción que titula el disco de 2016 Peace Trail.

Sentado con sus compañeros alrededor del fuego, Lukas lidera una hermosa versión de la doliente balada de su padre “Angel Flying Too Close To The Ground”, la clase de creatividad improvisada que Hannah buscó capturar. “Es una magia que surge sin esfuerzo, y que siempre aparece entre ellos. Es un verdadero regalo poder atestiguar la libertad creativa que circula entre ellos”, señala. Young trabajó por primera vez con Lukas y su banda en el disco de 2015 The Monsanto Years, aunque conoce a él y a Micah desde mucho antes gracias a su amistad con Willie, cofundador junto a Neil de Farm Aid, los conciertos organizados a beneficio para pequeños granjeros, donde los vio tocar por primera vez. Ellos han descripto a Young como un mentor, algo que él desmiente categóricamente. “No necesito serlo. Es lo que andan diciendo y se sienten confortables con eso, pero yo soy quien soy y amo tocar con ellos. Son grandes músicos, pero en primer lugar no tienen temor a nada. No ghay ninguna pose, ni están ‘intentando’ nada. Son la música. Desde que empezaron a respirar han crecido rodeados por gran música, con lo que les resulta absolutamente natural. Solo tocan con gente que entienda eso, con lo que toda la banda es como un sólido bloque”.

No es la primera vez que Young colabora con un equipo de músicos más jóvenes –puede pensarse en su asociación con los pospunk Devo en la comedia de 1982 Human Highway–, pero una reunión con sus viejos camaradas de Crazy Horse nunca parece demasiado lejos. “Yo tocaré con cualquiera que me guste su manera de sonar, y que quiera tocar conmigo”, señala. Entre las imágenes en vivo de Paradoja aparece “Diggin’ In The Dirt”, escrita por Young y Promise Of The Real durante los tres días que filmaron juntos. El mayor de los músicos también se metió al estudio, solo con su guitarra, para dejar registrados algunos ásperos instrumentales similares a los que plasmó para el western Dead Man, el trabajo que realizó en 1995 con Jim Jarmusch. Sólo que esta vez no lo hizo viendo el material filmado. “Lo habíamos visto, con lo que solo tuve que recordarlo. Para mí es una manera fácil de expresar una banda de sonido: hice lo mismo en The LinkVolt Years.”

Ah, claro. Entre otros proyectos, Young está trabajando en lo que llama “una serie”, un documental sobre su auto eléctrico, con un equipo editando 2500 horas de imágenes (su Lincoln Continental 1959 convertido ha sobrevivido a un fuego y lleva más de 110 mil kilómetros recorridos con su motor híbrido impulsado a etanol). Como el guión en el que trabaja Hannah, esto suenta a un proyecto mucho más serio que Paradoja, que un representante de relaciones públicas asegura que su propia directora define como “más porro que trama” (el juego de palabras es más efectivo en inglés: “More pot than plot”).

Es una broma, dice Hannah, pero una broma apropiada; una guía sobre cómo aproximarse al asunto. “No hubo mucho porro en el set, pero sí queríamos que la gente se relajara y la pasara bien. Esta no es una película pensada para sobreintelectualizar”, señala ella. “Hay algunos puntos serios, pero si te la tomás demasiado en serio te perdés el objetivo”. Esa, aparentemente, es solo una de las varias paradojas que le dan su título a la película. O, como cita Hannah al mismo Young en un momento del film, simplemente hay que “tomarse un porro o fumarse una cerveza”.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para PáginaI12.