En un contexto económico y social donde la inflación le gana al salario por goleada, los inquilinos pierden y mucho. Pierden en derechos, pierden en garantías y pierden en poder adquisitivo. Desde la Defensoría del Pueblo porteño elaboraron un informe en el que hicieron hincapié en los jóvenes y de allí se desprende que destinan “entre un cuarto y la mitad de sus ingresos” para cubrir los costos del alquiler. 

“Una vez más vemos cómo las inmobiliarias son el obstáculo con el cual lidian muchos jóvenes a la hora de acceder a la vivienda. A un mercado laboral complejo, un contexto de aumento tarifario en los servicios públicos esenciales y la problemática del trabajo informal, los jóvenes deben sumarle los obstáculos que encuentran a la hora de acceder a la vivienda, ya sea alquilando o a través de un crédito”, explicó a este diario el defensor del Pueblo, Alejandro Amor. 

Además, según el informe de la Defensoría, de los jóvenes que residen en viviendas propias, la mayoría lo hace en una que pertenece a los padres y sólo el 6 por ciento reside en una vivienda propia. 

Asimismo, para la gran mayoría de los inquilinos, casi 8 de cada 10, los requisitos de las inmobiliarias son el mayor inconveniente al momento de alquilar. Por esta situación, la encuesta arrojó que 5 de cada 10 consultados aún viven con sus padres, es decir el 50 por ciento. El porcentaje se extiende a 83 por ciento para el segmento de jóvenes que tienen 18 y 19 años. 

En la primera encuesta de Inquilinos que se realizó este año, uno de los datos más llamativos es que más del 70 por ciento no tiene expectativas de poder acceder a la vivienda propia y este porcentaje se eleva a más del 80 entre los que hace más de 10 años que alquilan.