Desde Santa Fe.

El primer encuentro de la Corriente Federal de Trabajadores advirtió ayer que Mauricio Macri empuja a la Argentina al "caos y al quebranto" y planteó la "necesidad imperiosa" de desplazarlo del poder en las elecciones de 2019 con un gobierno de "emergencia nacional" que articule a la oposición alrededor de un programa concreto para evitar que el país retroceda a sus peores épocas. "No nos guía ningún afán partidista, sino el interés de los trabajadores que son la patria", planteó. El llamado sobresale en el "Documento de Santa Fe" que se aprobó en un plenario que reunió a más de 400 sindicalistas de todo el país y cerró con los discursos de dos históricos: el líder de la Federación Gráfica Bonaerense, Héctor "Gringo" Amichetti y Horacio Ghilini, de Sadop. Amichetti dijo que Macri preside un "gobierno oligárquico" que encarna el "proyecto salvaje del neoliberalismo", que sus mentiras en la campaña lo convirtieron en "ilegítimo" y "antidemocrático". Asimismo, el dirigente gremial reveló que el "poder económico concentrado" que lo sostiene en la Casa Rosada "es mucho mayor" al de la dictadura genocida.

La Corriente avanzó en un programa de 27 puntos para construir la unidad del movimiento obrero y aprobó el Documento de Santa Fe, que plantea: "La necesidad imperiosa de que la oposición se articule alrededor de un programa concreto de emergencia nacional para superar este derrotero que nos empuja al caos y al quebranto y nos retrotrae" a las peores épocas de la Argentina. "No nos guía ningún afán partidista, sino el interés de los trabajadores que son la patria".

El encuentro se realizó en la sede de Festram, donde su secretario general Claudio Leoni tuvo a su cargo la apertura del debate. Siguió el trabajo en comisiones y a la tarde, la lectura del documento y el cierre con los discursos del secretario general de la CGT Santa Fe, Claudio Girardi, Ghilini y Amichetti. En la primera línea participaron el secretario de la CTA Santa Fe, José Testoni, su colega de ATE, Jorge Hoffmann y la líder de Sadop, Patricia Mounier, entre otros.

Amichetti dijo que Macri encarna el "proyecto salvaje del neoliberalismo" y recordó el paso por el Congreso de uno de sus ministros, a quien no mencionó por su nombre. "Un degenerado que dice que sus negocios son lícitos y sabemos que es un bandido. Ese hombre reconoció que en dos años endeudaron al país en más de 80 mil millones de dólares".

El gobierno de Macri "ha hecho más plata que en los diez años de Menem, se están robando el país a medida que lo destruyen". Y preguntó: ¿Dijo que iba a endeudar al país en más de 80 mil millones de dólares en dos años? ¿Dijo que iba a abrir las fronteras para que entren todo tipo de producto? ¿Dijo que iba aplicar un tarifazo como el que aplicó? No lo dijo. Por eso, Macri ha perdido legitimidad. Su gobierno es "ilegítimo" y "utiliza los mismos métodos que utilizaban las dictaduras" al servicio de un "proyecto entregador y neoliberal".

En los "gobiernos autoritarios", proscribieron al peronismo y persiguieron a sus dirigentes. "Hoy utilizan el bombardeo mediático para aminorar el efecto de sus políticas, intervienen organizaciones sindicales, meten presos a nuestros compañeros y persiguen" a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, a quien consideró "la mayor referencia del movimiento popular". "Hay persecución. Y cuando una fuerza política manifiesta la voluntad de rechazar estas políticas, la intervienen con la complicidad de los vendidos que tenemos adentro del movimiento, que colaboraron con la dictadura y ahora colaboran con este gobierno oligárquico", que ganó una elección, pero "utiliza los métodos que lo convierten en antidemocrático. Esto lo tenemos que tener claro".

"Hoy tenemos una enorme concentración económica que maneja los recursos naturales, los servicios públicos, el sistema financiero. Ese poder concentrado es mucho mayor que el de la dictadura y eso hace mucho más difícil nuestra batalla", advirtió Amichetti.

Es "la clase trabajadora la que tiene que convocar ya mismo, sin demoras, a todos los sectores nacionales y populares" a la construcción de un gobierno de emergencia nacional que desplace a Macri. Pero señaló que hay "una gran línea divisoria" con quienes "se pasaron a las filas del enemigo" y "votaron" sus leyes. "Hay una línea divisoria con quienes entienden que con este proyecto oligárquico se puede negociar. De un lado están ellos y del otro, nosotros".