Cargill tensó al máximo el conflicto laboral en sus plantas de Villa Gobernador Gálvez y Bahía Blanca al interrumpir sus operaciones hasta fin de mes y suspender al personal sin goce de haberes. El sindicato de aceiteros denunció el nuevo lockout y exigió la reincorporación de los 44 trabajadores despedidos en enero. La multinacional responsabilizó al gremio al señalar que tomaron la decisión por los paros intermitentes que no permiten operar la planta de manera segura. Las partes transitaban una audiencia de conciliación en el Ministerio de Trabajo provincial, al que le pidieron intervenir para constatar las denuncias, en la que se dieron fuertes cruces. La patronal aprovechó esa circunstancia para justificar el faltazo a la segunda reunión, y el gremio realizó una denuncia por irregularidades en una celda que fueron corroboradas por una inspección. Más allá de estas circunstancias, el ministro de Trabajo, Julio Genesini, tratará de reconstituir una nueva instancia de diálogo para encontrar una solución. "El conflicto se ha prolongado lo suficiente, veremos si hay alguna posibilidad de encauzar sobre la base de una conciliación", apuntó. Tal como había ocurrido el pasado 5 de abril, los trabajadores del primer turno no pudieron ingresar ayer a Cargill. En aquella oportunidad, la decisión de la multinacional de parar y suspender a los operarios fue por cinco días y se comunicó a través de un cartel en la puerta, escrito a mano.

El comunicado del segundo lockout, esta vez por 10 días, lo leyó un gerente de la empresa: "Cargill informa que por no estar dadas las condiciones para operar de manera segura para las personas, instalaciones y procesos, como resultado de haberse reanudado los paros intermitentes, de duración variable y en distintas áreas de trabajo de sus plantas, a lo que se han unido manifestaciones de violencia física, verbal y amenazas contra el personal de la empresa, dentro y fuera de sus instalaciones, se ve obligada nuevamente a interrumpir las operaciones de sus plantas de molienda de Villa Gobernador Gálvez y Bahía Blanca hasta el 29 de abril inclusive. El personal será suspendido sin goce de haberes por igual lapso".

"Nuevamente Cargill pretende adoctrinar y disciplinar a los trabajadores. Nos mantenemos unidos frente a este nuevo embate patronal y exigimos la reincorporación de todos los compañeros despedidos arbitrariamente", señalaron desde el gremio por el nuevo lockout patronal y la suspensión de los trabajadores quienes dejarán de percibir 15 días de sus haberes.

"Esa es la gran apuesta de ellos, a quebrarnos económicamente, por eso nos dejan así en la calle, situación que condenaremos socialmente con todas las medidas que estén a nuestro alcance", dijo a Rosario/12 el delegado y secretario de Salud de la Federación de Aceiteros, Marco Pozzi.

Mientras la empresa se escuda en que no están dadas las condiciones de seguridad debido a los paros intermitentes, desde el gremio insisten en denunciar los riesgos que corren los trabajadores por los problemas en una celda que contiene porotos de soja en pésimas condiciones, que sumado a las altas temperaturas en el centro de la celda puede provocar incendios. "Aún en el conflicto seguimos haciendo denuncias porque estamos todo el tiempo corriendo el riesgo de que vuele la celda", advirtió Pozzi. "Lo pudo corroborar el Ministerio, y no solamente el control de temperatura, si no que además encontró espaciados unos cuantos dispositivos de seguridad, unos cables de termocupla que miden la temperatura y le permiten al operador tener un registro de lo que ocurre dentro de la celda, estaban desconectados", agregó.

No es la primera vez que el gremio advierte que detrás del conflicto hay una clara intención de la multinacional por disciplinarlos, en el marco de una negociación paritaria que no avanza --las cámaras ofrecen un 15 por ciento de aumento que es rechazado por la Federación-- y en las modificaciones que pretenden introducir en el convenio aceitero. "Quieren que no haya más huelgas, y si hay huelga que haya una guardia mínima que mantenga las plantas en marcha", dijo Pozzi.

La intención de Genesini es mediar en el conflicto. "Las instancias de negociaciones fueron infructuosas. Ahora se da esta nueva situación de paralización de actividades hasta el 30 de abril. Estamos trabajando para convocar a una reunión. Vamos a hacer todos los esfuerzos para reconstituir alguna instancia de diálogo que permita solucionar este problema", precisó el ministro.

Por otra parte, recordó que ante un incumplimiento de la multinacional que no acató la conciliación obligatoria por los 44 despidos "hay un sumario en marcha".