La experiencia premonitoria de este sistema de enseñanza se dio en la década del ‘80, con la jugadora Claudia González. Y Gómez recuerda aquella anécdota: “Claudia (ex jugadora de Boca y la Selección Argentina), en los años ‘80, con 15 años y más de 1.80 mts. de estatura se incorporó a la categoría Sub 17 del Club Italiano, de la cual yo era el entrenador. Tenía un gran desafío por delante: integrarla al equipo y lograr que jugara. En ese momento decidí hacer lo contrario a todo lo que indicaban en aquella época los manuales de entrenadores. El planteo fue que comenzara a descubrir el juego desde el ataque y el bloqueo. Las demás técnicas las desarrollaría paralelamente, pero dándoles menor importancia en el orden de aprendizaje. Esta decisión fue muy motivadora para ella, y gracias a su increíble capacidad y determinación en poco tiempo se convertiría en una gran jugadora para el equipo y en años posteriores sería una de las centrales más importantes de la Selección Argentina femenina de todos los tiempos”.