Una encuesta realizada por el Enacom (Ente Nacional de Comunicaciones) entre estudiantes secundarios sobre el uso de Internet determinó que el 80 por ciento de los chicos no diferencian ni analizan la procedencia de los datos que obtuvieron en una búsqueda. También determinó que 8 de cada 10 utilizan una sola página web para buscar y no comparan con otras versiones. La encuesta cruzó datos con otros informes realizados en el exterior y determinó que la falta de determinación y de interés en detectar la intencionalidad de las fuentes y la inmediata certeza de la información constituye un problema más allá de las fronteras.

Además de que no diferencian la procedencia de datos y se concentran en la primera página web que encuentran, la mitad de los encuestados basó la búsqueda en la popularidad de la página y no en la autoridad que tuviera la página en ese tema. La mitad tampoco distingue publicidad de información y toman los anuncios como con contenido informativo. Además, 9 de cada 10 estiman que una página es confiable si está bien escrita, no tiene errores, y “si pone muchas cifras”.

Esta información se cruzó con encuestas en la Universidad de Stanford, y del American Press Institute, en Estados Unidos; con una encuesta nacional en el Reino Unido, entre estudiantes de 12 a 15 años; y una encuesta en 18 países de la International Evaluation Association. En la comparación se determinó que la dificultad en distinguir publicidad de información es común; Internet es una fuente de información creíble en exceso; las redes sociales son completamente confiables, y creen en sus contactos. Son, además, su principal fuente de información. En todos los países existe preocupación por la falta de competencias reflexivas respecto a lo que circula libremente por Internet.

Es, además, exigua la proporción de alumnos capaces de evaluar con criterio las informaciones relevantes y si son o no confiables: solo el 2 por ciento. Corea del Sur, que es la más alta en ese aspecto, apenas si llega al 5 por ciento de los adolescentes.

“Verificamos un desaprovechamiento de la posibilidad que brinda Internet de comparar, chequear e investigar –sostuvo la coordinadora de la encuesta, Roxana Morduchowicz–. Está el riesgo también de que al recurrir a una sola página se base todo en un solo punto de vista y que esto reduce la comprensión de los hechos sociales. Esto lleva a que se dificulta construir una opinión autónoma. Al mismo tiempo, los chicos tienen un saber instrumental que les facilita el aprendizaje. El trabajo que tienen que fortalecer padres y docentes es, justamente, la dificultad que presentan los chicos con el saber reflexivo.