Sin nada en juego más que la intención de cerrar la temporada y sumar la mayor cantidad de puntos posible, River venció 2-0 a San Lorenzo, que no gana en el Monumental desde 2004. Los ingresados Ignacio Fernández y Santos Borré señalaron los tantos de un encuentro que contó con dos jugadores locales, el arquero Franco Armani y el volante Enzo Pérez, convocados a la Selección por el entrenador Jorge Sampaoli. Con todos sus titulares, el equipo de Marcelo Gallardo lleva 16 partidos sin caer desde la final de la Supercopa ante Boca y cerró la temporada con un sprint final que le sirvió para sacar boleto a la próxima Sudamericana. El Ciclón, con muchos juveniles, terminó tercero en la tabla y ya piensa en la Libertadores 2019.

Con sus objetivos del primer semestre cumplidos, River y San Lorenzo animaron un clásico sin presiones en Núñez por la última fecha de la Superliga. Con un rendimiento cada vez más afirmado, el local ya se había asegurado un cupo en la Sudamericana 2019 por la inesperada derrota de Belgrano ante el descendido Temperley. En esa racha positiva, el equipo de Gallardo también pasó a los octavos de final de la Libertadores actual como líder del Grupo 4, cuando todavía le resta jugar con Flamengo de Brasil el próximo miércoles 23 en Buenos Aires.

Por su parte, San Lorenzo jugó su último partido antes de las vacaciones con la satisfacción de haber cumplido con las dos metas que se fijó al quedar marginado de la lucha por el título: volver a la Copa Libertadores y pasar de ronda en la Sudamericana 2018, tras empatar sin goles el martes pasado en Belo Horizonte frente a Atlético Mineiro.

En apenas 20 segundos, Gonzalo Martínez quedó frente al juvenil Devecchi, el arquero lo bajó fuera del área y ahí nomás se ganó una merecida amarilla. El tiro libre lo ejecutó Scocco –que volvía a ser titular en la banda roja–, pero tras rebotar en la barrera se fue por arriba. Poco después, el uruguayo Mayada estrellaría un disparo en el travesaño. En la réplica, un gran pase de Senesi dejó a en buena posición a Gudiño, aunque éste remató las dos veces a las piernas de un defensor local.

River era superior e inclinaba la balanza con la experiencia de su tándem Ponzio-Pérez para frenar en mitad de cancha cada intento azulgrana de progresar en ataque, pero sobre todo por el buen criterio que imprimía el colombiano Quintero para habilitar a sus compañeros. Y el equipo del Pampa Biaggio, que puso en cancha a muchos juveniles y contaba con el veterano Gonzalo Rodríguez de capitán, vaya si lo sentía. Pronto Scocco reventaría un poste, en la jugada siguiente se lo perdería Pratto y antes de irse al vestuario el ex Newell’s sería atorado por Devecchi y perdería otra chance de abrir el marcador.

En el inicio del complemento, Pratto armó una jugada bárbara entre varios defensores visitantes y filtró un pase para que el ingresado Fernández someta a Devecchi y le otorgue a River una ventaja que merecía hacía rato. A excepción de un cabezazo del pibe Conechny que provocó una notable respuesta de Armani, a San Lorenzo el trámite se le hizo irremontable, sobre todo cuando el colombiano Borré puso el 2-0 que sentenció el juego a favor del Millonario y le bajó la persiana a la Superliga.