El español Rafael Nadal recuperó ayer el puesto número uno del ranking tras superar al alemán Alexander Zverev por 6-1, 1-6 y 6-3 y alzarse con el Masters 1000 de Roma. Fueron dos horas y nueve minutos las necesarias para que el mallorquín se imponga al número tres del mundo en una final que se vio dos veces interrumpida por la lluvia.

“Es el momento de disfrutar, significa mucho. Ahora tendremos tiempo para hablar de París (Roland Garros). Allí el campo es distinto, la pelota es distinta, las condiciones son distintas”, afirmó tras el duelo Nadal, quien se coronó por octava vez en Roma, conquistando su título 32 de Masters 1000 y el 78 de su carrera. El Grand Slam francés es la próxima gran cita en el calendario tenístico (comenzará el próximo domingo) y el español espera poder hacerse con el trofeo número once de su carrera en la arcilla parisina, donde es absoluto dominador histórico. Allí no estará el suizo Roger Federer, quien la semana pasada aprovechó la caída en cuartos de final de Nadal en Madrid y le arrebató momentáneamente la cima del ranking.

A pesar de ser Zverev el último campeón del torneo romano, Nadal llegaba como máximo favorito a la cita de ayer. El español venía de dejar en el camino al serbio Novak Djokovic, quien retorna al ruedo tras una complicada lesión de codo pero ofreció una digna resistencia al mallorquín. El alemán, por su parte, había dejado en el camino al croata Marin Cilic.

El duelo de rachas –Zverev llegaba con trece victorias consecutivas mientras que Nadal había ganado 16 de sus últimos 17 partidos– comenzó favorable para el alemán, quien quebró en el primer juego. Pero la reacción del número uno fue inmediata y se hizo con los siguientes seis juegos para cerrar con un 6-1 el primer set de manera demoledora. Zverev no sintió el golpe y, como si nada hubiese ocurrido, le propinó un 6-1 a su rival en 39 minutos para forzar el parcial decisivo.

Envalentonado, el alemán se puso 3-1 arriba en el tercer set hasta que la lluvia anunció su llegada y obligó a suspender momentáneamente el encuentro por once minutos, primero, y luego, por 45. Con el sonido ambiente poblado por los cánticos de los hinchas que se movilizaban cerca de las inmediaciones del estadio para concurrir al partido entre Lazio e Inter por el campeonato italiano, el duelo se reanudó y el español no desaprovechó la ayuda que la naturaleza le había brindado. Fue parcial de 5-0 para remontar la historia y cerrar el tercero por 6-3. “Cuando empezó a llover no pensé que me ayudaría. Es verdad, podemos decir que me ha ayudado, pero yo volví al campo con las ideas claras en términos de táctica y decisiones. También tuve un poquito de suerte porque recuperé inmediatamente el quiebre”, declaró el vencedor, quien también destacó a su rival de 21 años y resaltó el futuro que tiene por delante.