El dólar cerró ayer a 25,16 pesos, con una suba de 13 centavos. Las tensiones internacionales volvieron a generar presión en la city porteña. Hubo incertidumbre en los mercados globales por la nueva disputa entre Estados Unidos y Corea del Norte. El tipo de cambio mayorista, con el que operan bancos y grandes inversores, se ubicó en 24,60 pesos, con un aumento de 14 centavos. El Banco Central volvió a colocar una orden de oferta de 5000 millones de dólares para evitar que la cotización del mayorista superara los 25 pesos. Esas divisas no se usaron pero generan incentivos a los operadores a negociar por debajo de ese precio. Las reservas internacionales anotaron una caída de 1499 millones de dólares y se ubicaron en 52.099 millones. La baja se explicó por el pago de deudas al Club de París y de Letes. Desde el 19 de abril, las reservas disminuyeron en 10.357 millones de dólares.

La expectativa de devaluación sigue sin frenarse en la plaza local. En los mercados de dólar futuro se pactaron contratos a enero de 2019 con un dólar de referencia de 29,65 pesos y a febrero de 30,17. Los plazos más cortos fueron mayo y junio, con contratos a 24,73 y 25,42 pesos. La tasa de interés, mientras tanto, se mantiene en niveles cercanos al 40 por ciento. La negociación de letras en el mercado secundario convalidó ayer tasas del 39,60 por ciento para las Lebac a 28 días y del 38 por ciento a 146 días. El principal efecto de estos rendimientos, según economistas, es la caída de la actividad económica y no la moderación de los precios internos. El Central reconoció esta semana que las tasas seguirán en estos niveles por un buen tiempo.

La bolsa porteña empieza a reflejar estas proyecciones de desaceleración del mercado interno. Empresas dedicadas a sectores productivos como Loma Negra, que abastece a la construcción, marcaron ayer una contracción del 12,4 por ciento. Otra de las firmas con una fuerte baja fue Petrobras Brasil, que marcó una caída de 13,8 por ciento. Esto no se explicó por el contexto local sino por una situación de mayor tensión en el mercado brasileño, donde hay paro de camiones, desabastecimiento de combustibles y el presidente Michael Temer bajó su candidatura para las próximas elecciones, lo que en el mercado provocó incertidumbre.

La Argentina cuenta con fuertes desequilibrios externos que, pese a la devaluación de las últimas semanas y el avance de la tasa de interés, mantiene la expectativa de suba del dólar. La cuenta corriente del balance de pagos registró el año pasado un déficit record de 30 mil millones de dólares, cifra que fue casi el doble respecto de la registradas en 2016. La salida por turismo supera los 10 mil millones de dólares al año y la fuga de divisas por ahorro es de más de 20 mil millones. En la city, si bien apuestan en el corto plazo por el negocio de la bicicleta financiera, aseguran que tener posiciones de inversiones en dólares es lo más razonable.

La inflación es uno de los principales desafíos para los próximos meses, debido al traslado a precios del ajuste cambiario, y obligará a seguir incrementando la cotización si no se quiere dejar apreciar el tipo de cambio en términos reales. Eso provoca en forma persistente nuevas presiones sobre la inflación y genera un círculo vicioso para la economía. Distorsión de precios, Brasil más complicado, la deuda de Lebac en alza, la tasa en 40 por ciento y la actividad económica en desaceleración son un combo que provoca incertidumbre y potencia aún más la perspectiva de devaluación. Por el momento alcanza con 5000 millones de dólares de las reservas para mantener el precio del dólar por debajo de 25 pesos. La preguntan que ya se hacen en el mercado es si esta paz cambiaria aguantará hasta que empiece el mundial.