“Mi papá era verdulero, mi mamá, sirvienta con cama adentro. Los dos era muy pobres, analfabetos”, relata Luis Farinello en una entrevista para “Sueños mayores”, que recupera la voz del sacerdote que falleció ayer a los 81 años, recordado como militante de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, durante la dictadura, años en los que sufrió la cárcel y la persecución. Farinello fue además un bastión de las luchas contra el neoliberalismo durante los 90, en sintonía con los lineamientos pastorales del entonces obispo de Quilmes Jorge Novak, y uno de los creadores del partido Polo Social. En esta conversación repasa su origen humilde, los motivos de su ingreso a sacerdocio, sus lecturas, su trabajo como peón de albañil y cantor de tango. También, expone su mirada del Papa Francisco, la crisis de la Iglesia católica y la obligatoriedad del celibato como un dogma “que debemos revisar”.