En medio de un panorama difícil para los actores, la Fundación Sagai –organización creada por la Sociedad Argentina de Gestión de Actores Intérpretes (Sagai)– aportó en estos días una buena noticia: otorgó subsidios a un grupo de cooperativas teatrales. El año pasado había lanzado el concurso “Más teatro”, destinado a brindar apoyo económico a cooperativas de actores que quisieran estrenar una obra en territorio nacional. El acompañamiento beneficia a cerca de 200 artistas, cubriendo gastos de producción, de difusión y honorarios. Se presentaron 147 proyectos en un mes y medio, de los cuales fueron seleccionados 32. El monto que recibirán, en total, es de casi 2 millones de pesos.

“No sabíamos que iba a aparecer esta catarata”, cuenta, asombrada, la prosecretaria de Sagai y responsable de la fundación, María Fiorentino, luego de la reunión informativa con los ganadores. La fundación, creada en 2010, tiene una amplia oferta de cursos de formación para los socios, entre otras propuestas. En su trayectoria de ocho años, la iniciativa “Más teatro” es una novedad. Fue tan inesperada la dimensión de la respuesta, que el jurado que iba a ser de cinco personas terminó siendo de 20. Los proyectos podían presentarse entre febrero y mediados de marzo. En esta primera edición, Sagai destinará 1.840.689 pesos distribuidos en los 32 proyectos, que como máximo recibirán 75 mil pesos cada uno.

Según un comunicado, el jurado evaluó en función de viabilidad, calidad artística, carácter innovador, propuesta estética y antecedentes. Se armaron cuatro grupos de jurados, integrados, cada uno, por cinco integrantes: un representante de la Comisión Directiva de Sagai, un socio, un director, un autor y un representante de roles técnicos. Los encargados de la decisión fueron Valeria Lois, Bernardo Cappa, Lautaro Vilo, José Escobar, Alejo García Pintos, Tatiana Santana, Andrés Binetti, Gigi Bonaffino, Ana Alvarado, Maruja Bustamante, Alicia Leloutre, Bernarda Pagés, José María Muscari, Patricia Suárez y Paola Delgado. Por parte de los directivos de Sagai, Jorge D’Elía, Mora Recalde, Edgardo Moreira y Juan Ricci. 

Para el resguardo de “la identidad nacional” –en palabras de Fiorentino–, los proyectos basados en textos de autores argentinos recibieron una puntuación extra. En un contexto de falta de trabajo para los actores y de descontento con el presupuesto que se le destina al teatro independiente en la Ciudad, la fundación ideó esta propuesta. Como requisito, los grupos que se presentaran tenían que tener entre sus miembros a un socio de SAGAI. “Fue medio peleado, saludablemente. Porque la nuestra es una sociedad de gestión de derechos audiovisuales... y esto es teatro. Pero éramos muchos los que tirábamos para que se hiciera. El 90 por ciento de nosotros ha nacido como actor sobre un escenario”, relata la actriz, que se encuentra ensayando La respiración, de Alfredo Sanzol, con dirección de Lautaro Perotti; e integrará el elenco de A la izquierda del roble, de Pacho O’Donnell.

Dentro de los seleccionados en el marco de “Más teatro” hay tanto grupos de trayectoria como otros más nuevos, así como también textos de autores conocidos y otros inéditos. Los estrenos podían producirse una vez que estuviese cerrada la convocatoria (el 15 de marzo). Algunas de las obras que recibirán el subsidio son: Ñacurrutu, con dirección de Luis Cano, de Consuelo Iturraspe; Deja vú, de Alfredo Staffolani con dirección de Luciano Suardi; Pundonor, de Andrea Garrote y dirección de Rafael Spregelburd; Ahijuna, de y dirigida por Pablo Bontá; y Mujer Trae, de la autora y directora Florencia Bergallo. Amor, política, ciencia, violencia de género, teatro dentro del teatro son algunas de las temáticas de los materiales elegidos. También hay obras acerca de la historia y el pensamiento nacional y mitos fundantes del país. Predominan la comedia costumbrista y el vodevil.

Sagai es una asociación sin fines de lucro, la única ONG autorizada en el país para recaudar y distribuir derechos intelectuales de actores y bailarines por la difusión pública de sus interpretaciones. En tanto, la fundación del mismo nombre surgió en 2010 para acompañar a los actores en distintos aspectos de su vida familiar y social, promoviendo medios para su desarrollo profesional. El 8 por ciento de lo que recauda la Sociedad se deriva a la Fundación. Como detalla su página web, redistribuye recursos con el objetivo de facilitar el desarrollo personal, profesional y laboral de actores y actrices. Fiorentino la define como “un punto de encuentro”, del que surgen subsidios, becas, una amplia oferta de formación, asesoría legal y contable y alianzas con otras organizaciones. En este momento, por ejemplo, propone un ciclo de teatro leído para escuelas secundarias en El Tinglado, que es un homenaje a autores rioplatenses. Otra iniciativa importante es la que comparte con el Ministerio de Desarrollo Social, “Aplausos para la inclusión”, que lleva funciones a distintas provincias.