Segundo día sin el muro oficial y nueva disparada del dólar. El billete verde en operaciones en bancos y agencias de cambio cotizó ayer al récord de 26,45 pesos para venta, con un alza de 47 centavos respecto del viernes, acompañando el ascenso del precio en el mayorista. Entre bancos, empresas y exportadores el precio del dólar se disparó 69 centavos a 26 pesos, aunque llegó a operarse a 26,20, apenas diez centavos menos de lo que se ofreció el billete durante la jornada en el segmento paralelo (26,30). La escalada se concentró en la última media de hora de negociaciones. 

Los bancos testearon durante toda la rueda el rol oficial en el mercado de cambios y sobre el final, cuando quedó claro que no había siquiera presencia del Banco Nación con fondos del Tesoro, cerraron sus posiciones con un nuevo piso de 26 pesos, lo que representó una apreciación diaria de 2,7 por ciento que sumará más presión a la inflación. Las reservas cerraron a 49.640 millones de dólares, con una disminución de 10 millones.

La corrida contra el peso recobró bríos luego de que el Gobierno anunciara la decisión de responder la exigencia del Fondo Monetario de dejar flotar libre el tipo de cambio. La volatilidad de la divisa de las últimas 48 horas –que acumuló un alza de 3,5 por ciento– es reflejo de un sector financiero que mide fuerzas contra el Gobierno. Ni siquiera se trata de una pulseada, ya que el equipo económico no está poniendo ningún tipo de resistencia para evitar que la moneda se siga devaluando. El Banco Central retiró desde el viernes su oferta por 5000 millones de dólares con un precio máximo en los 25 pesos. 

Si bien el titular del Central, Federico Sturzenegger, argumentó que el retiro de esa barrera de contención se da en un mercado “normalizado”, no descartó intervenciones puntuales ante “eventos disruptivos”. También se confirmó, como había adelantado este diario, que el Nación lo reemplazaría en la tarea vendiendo parte de los dólares que reciba el Tesoro por deuda con organismo. Más precisamente, parte de los desembolsos que realice a partir de fin de mes el Fondo. Desde entonces el mercado está testeando hasta dónde lo dejan llegar. 

Desde el arranque de la jornada el dólar estuvo demandado, en un contexto de apreciación global contra otras monedas, aunque el precio se mantuvo por debajo de 26 pesos. Sin embargo, la expectativa estaba en torno de cuál sería el techo al final de la rueda y las miradas se centraron en cuál sería el momento en que aparecería el Nación. Los operadores no saben quién es el que ofrece o demanda, pero por los volúmenes que se manejan es posible estimar si es un banco público que está jugando. En especial, si es un banco que vende importantes volúmenes, lo que no sucede con los privados. “Sin embargo, en los 30 minutos anteriores al cierre de la jornada, el Nación dejó que corriera la cotización”, según el informe de Fernando Izzo, de ABC Mercado de Cambios.

El resultado fue que el dólar pasó de operar estable entre 25,40 y 25,50 pesos a cerrar en 26, aunque el volumen negociado fue bajo, 528 millones de dólares, 22 por ciento menos que el viernes, según cifras del segmento monedas del mercado abierto electrónico (Forex-MAE). Esta suba se fue trasladando en las pizarras de los bancos, donde la divisa finalizó en 26,45 pesos al público, 15 centavos por encima del precio pretendido por las cuevas del microcentro. Esto no refleja que el paralelo está anticipando una baja importante del dólar, sino que la actualización del blue no logró acompañar con la misma velocidad la escalada de los precios en el segmento oficial.  

En los contratos de cobertura la expectativa de devaluación también se actualizó al alza. En el mercado a término de Rosario (Rofex), principal plaza concentradora de contratos a futuro, se transó el equivalente a 737 millones de dólares en distintas posiciones del dólar. El precio de la divisa para fin de mes se pactó en 26,40 pesos, mientras que para agosto –el segundo mes más negociado de la jornada– la cotización esperada es de 27,67 pesos por divisa estadounidense.