Desde Bogotá

A unas horas de elegir su próximo presidente y saberse si el rumbo de Colombia será el cambio hacia la democratización y protección de la paz, o el regreso a las políticas guerreristas y retrocesos democráticos propuestos por la derecha, Colombia vive una de las campañas más emocionantes de las últimas décadas. Por primera vez, un candidato a Presidente de Colombia anuncia en su posible gabinete a nueve mujeres de la comunidad, incluyendo mujeres Lgbti, indígenas, afro y por supuesto su vicepresidenta Angela Robledo, que ha sido mordaz en los debates con su contraria, Marta Lucía Ramírez, quien rechaza, entre otros avances de las sociedades democráticas, el aborto legal y la adopción por parte de parejas gays.  

Entre las mujeres que serían nombradas en ministerios y consejerías, aparecen también académicas y lideresas, suscitando aplausos de los sectores sociales y preocupaciones en el empresariado y los sectores históricos del poder en Colombia: las entidades públicas, los terratenientes y las mafias. “Queremos conformar un equipo de trabajo lejos del clientelismo y la corrupción, técnico, diverso y con participación regional y con un gran compromiso por mejorar la calidad de vida en todas las regiones del país, el acceso a la educación, a la salud y al empleo, defender los acuerdos de paz y proteger el ambiente”, dice el equipo de Petro en un comunicado dado a conocer esta semana. 

Los miedos, las redes sociales, el humor y el voto en blanco son los componentes que agitan cada jornada mientras el favorito según las encuestas, Iván Duque, del Centro Democrático dirigido por el cuestionado ex presidente Álvaro Uribe, evita los debates con el candidato del pueblo. Gustavo Petro, en representación del movimiento Colombia Humana, ha trepado en las encuestas hasta quedar a tan solo a cinco puntos del puntero, según el Centro Nacional de Consultoría (CNC), que le da el 41 por ciento de la intención de voto, mientras Duque tiene el 46.  El ex alcalde de la capital ha logrado aglutinar diversos sectores de centro e izquierda, y ha sumado la simpatía de jóvenes, indígenas, trabajadores informales, amas de casa y personas que antes no se habían interesado en la política.  

Los líderes de opinión, por su cuenta, siguen dando de qué hablar con sus críticas y alabanzas a ambos sectores. El periodista Héctor Abad Faciolince, por caso ha opinado al que la propuesta de Petro de ofrecer cupos universitarios gratuitos a los jóvenes, es decir, garantizar su derecho a recibir educación, es populista y por demás no todos los jóvenes merecen ir a la universidad. Al paso han salido los detractores de Duque. En un país serio Iván Duque sería un presentador de televisión y no candidato presidencial, opinó el escritor y cronista Alberto Salcedo Ramos. Todo ello en medio de una campaña de desprestigio a las propuestas de Petro basada en engaños como aquellos que los adeptos a Duque propagan en pequeñas poblaciones, diciendo que si la izquierda llega al poder acabará con las diversas iglesias. La campaña Petro Presidente no desaprovecha intervenciones en radio o televisión estatal, aunque no compartidas con Duque pues éste y los medios masivos se han puesto de acuerdo para cancelar los debates programados pese a que Gustavo Petro ha mantenido su intención de acudir aunque su contrincante no cumpla las citas. En vivo en la televisión comercial Petro ha insistido en que tal es la mentira de terminar las iglesias que como constituyente de la Carta Política de 1991 fue el movimiento del M-19 el que promovió y logró incluir la libertad de cultos, así como el respeto a la diversidad. En ese entonces Petro pertenecía a esa agrupación guerrillera.

También los seguidores de Petro han sido acusados de enviar un enjambre de abejas a una manifestación de apoyo a Duque con presencia de Uribe, siendo desmentidos por la Policía que aclaró que fue el helicóptero del ahora senador Uribe Vélez, cuyo hermano está investigado por conformación de grupos paramilitares, el que alborotó los insectos en la Costa Atlántica colombiana.  

Con todos los escándalos propios de un relato macondiano, Petro aparece sonriente con alusiones cada vez más frescas como que la música porro es el jazz del Caribe. Y atiende medios de comunicación de todo el mundo que desfilan por su sede pidiendo hablar con el fenómeno de la política latinoamericana que podría ocupar la Casa De Nariño si en los comicios del hoy logra las mayorías. 

En medio de su agenda, Petro hizo una pausa para responder las preguntas de PáginaI12 mientras recibía más adhesiones de centrales de trabajadores, campesinos y población lgbti que siente en su propuesta de país la esperanza para ser reconocidos y que las próximas generaciones puedan vivir con dignidad y paz.

–¿Cree tener garantías para la segunda vuelta? ¿Cómo va a superar el supuesto fraude de las elecciones pasadas en el ballottage?

–Hay evidencias de que el sistema electoral colombiano no ofrece las garantías necesarias para el ejercicio democrático de elección. En un país donde el propio Fiscal General de la Nación , Néstor Humberto Martínez, anuncia públicamente a los medios de comunicación que tiene las pruebas de que en la primera vuelta del proceso electoral colombiano se cometió un aberrante fraude, y en lugar de salir a denunciarlo  y a solicitar a los diferentes estamentos del Consejo Nacional Electoral y de la Registradora Nacional , que abran la investigación, simplemente deja que el proceso continúe y guarda silencio, pregunto ¿Esas son garantías? En un país donde se prueba que  a otro grupo político, el partido MIRA, le habían alterado en gran cantidad el registro de votos y como consecuencia resultaba perdiendo tres curules en las elecciones al  Senado, y solo hasta después de una ardua investigación y un fallo del Consejo de Estado pudo recuperarlas años después. En un país donde recientemente en el proceso de la primera vuelta presidencial existe la evidencia ya conocida  de que han alterado más de 8.000 mil formularios E-14, donde se registran los votos que cada mesa de votación ha contado el día de elecciones, entonces podemos decir que en Colombia no existen reales garantías electorales. 

–De La Calle y Fajardo votarán en blanco. ¿Está logrando atraer a los electores de ellos para su lado?

–De La Calle y Fajardo han asumido una posición que aunque respetable, tendrá un costo político en lo futuro. Si analizamos, y si Fajardo y De La Calle  hubieran aceptado la consulta para escoger un candidato único como tantas veces lo solicité, hubiéramos alcanzado la presidencia de Colombia. Ahora que resulté ganador en la primera vuelta, Fajardo y De La Calle han elegido votar en blanco, nuevamente poniendo en peligro el proceso de unidad que nos pudiera garantizar alcanzar la presidencia. Si yo hubiera perdido en la primera, sin lugar a dudas hubiera escogido votar por  Fajardo o por De la Calle si ellos hubieran pasado a segunda vuelta. 

–¿Cómo protegerá la paz, la implementación del acuerdo y la vida de los líderes sociales que están pagando la defensa de la paz con sus vidas?

–Aquí hay un escenario histórico nunca antes visto en Colombia, de un lado tenemos a las ciudadanías libres y sectores alternativos que en este momento se sienten representadas con la Colombia Humana, y en el otro está toda la corrupción y la vieja política unida en un solo bando. El voto en Blanco termina por apoyar la política tradicional corrupta del país. El Partido Liberal y el Partido Conservador que históricamente fueron las posiciones políticas enfrentadas, que se mataron entre si, ahora resulta que son aliados y apoyan a Iván Duque. El Partido Cambio Radical que es el partido con más escándalos de corrupción está apoyando a Duque, creo que la ciudadanía debe hacer un análisis de la situación ¿Queremos dar un paso hacia el futuro y la paz, o por el contrario queremos quedarnos con la corrupción y las viejas formas de hacer política? Tenemos que seducir el voto de las personas que votaron por De La Calle y Fajardo, eso lo logramos con argumentos y con la emoción de dar un paso hacia la modernidad y una era de paz. Falazmente se dijo que firmar un acuerdo con las Farc era firmar la paz, eso solo era acabar un conflicto con un grupo, la verdadera paz se logra con justicia social, de lo contrario terminaríamos acabando un conflicto para empezar otro como históricamente ha pasado en Colombia. Tenemos que combatir la pobreza, reducir la desigualdad y dar acceso a la educación universal y la salud, debemos atacar las verdaderas causas del conflicto colombiano, de lo contrario seguiremos en el círculo de la violencia. 

–¿Y la Jurisdicción Especial de Paz (JEP)? ¿La respetará tal como está?

–Soy un defensor de la JEP (Justicia Especial para la Paz), de hecho espero que se implemente eficazmente lo más rápido posible, pero los enemigos de la paz desde el Congreso se han opuesto a ella, no han permitido su desarrollo. Es entendible, muchos se sienten amenazados por este tribunal que busca la verdad y podría integrar a todos los actores del conflicto- militares, paramilitares y guerrilleros-, podrían revelarse verdades que muchos políticos no quieren que se sepa.

–¿Extraditaría a “Jesús Santrich”?

–De ser encontrado culpable Santrich de delitos cometidos después de firmar el acuerdo, no lo dudaría y lo extraditaría. 

–¿Cómo brindaría un mensaje de seguridad y garantías a los ex combatientes de las FARC?

–Cumpliendo. A los ex combatientes hay que darles seguridad, hay que brindarle las herramientas para que desarrollen una desmovilización efectiva, el Estado colombiano firmó un acuerdo y los acuerdos son para cumplirse. 

–¿Cómo logrará superar el tráfico y cultivo de cocaína y asegurar la vida de los campesinos? 

–Colombia debe producir riqueza para poder convertirse en un estado social de derecho como aparece en la Constitución, para cumplir con la Constitución de 1991 en la cual colaboré. Dar el salto hacía la agroindustrialización e industrialización asegura  una economía fuerte y competitiva que permitiría llegar a los objetivos que se propone un verdadero estado social de derecho. Por eso hemos defendido nuestro modelo de hacer una economía productiva y no extractiva de los recursos naturales. Tenemos que alejar a los campesinos de los cultivos ilícitos con oportunidades, brindando acceso a la educación y a la salud. Pero sobre todo, Colombia debe ofrecer una economía productiva que genere riquezas y ganancia para los campesinos, muchos otros productos pueden generar riqueza pero debemos trabajar en ello, no es una lucha fácil pero hay que darla. 

–¿Cederá ante las presiones al respecto de Estados Unidos?

–Estados Unidos es un socio comercial importante para todos los países, especialmente latinoamericanos. Es claro que mientras Estados Unidos respete nuestra autonomía democrática nosotros mantendremos excelentes relaciones con este país. Debemos tener en cuenta que el actual presidente Trump ha iniciado un ciclo de proteccionismo a la producción agrícola e industrial estadounidense, lo cual nos lleva obligatoriamente a mirar hacia nosotros mismos también. Esto quiere decir que tenemos que despertar de nuevo nuestra industria y nuestra agricultura, con el fin de incentivar el empleo, y como el mismo Trump lo dijera, el trabajo es riqueza para los nacionales.  

–¿En qué contribuiría su presidencia a la región latinoamericana?

–La integración latinoamericana es vital para consolidar las relaciones comerciales, el intercambio cultural, en un eventual gobierno de la Colombia Humana, mantendrá abiertas todas las relaciones con los países latinoamericanos. Colombia no puede cerrarse a los otros países y mucho menos a países hermanos como los latinoamericanos.