La primera dama estadounidense, Melania Trump, se sumó al coro de críticas a la política de la Administración Trump de separar a padres e hijos que entraron ilegalmente a Estados Unidos. “La señora Trump odia ver a los niños separados de sus familias y espera que las dos partes en el Congreso puedan finalmente ponerse de acuerdo para lograr una reforma migratoria exitosa”, dijo su directora de comunicación, Stephanie Grisham. “Ella cree que debemos ser un país que sigue todas las leyes, pero también un país que gobierna con corazón”, añadió. La declaración de Melania se hace eco de las palabras de su marido, el presidente Donald Trump, quien culpa a los demócratas de esta política pese a que no se hizo efectiva hasta una orden tomada bajo su mandato. Esta semana los congresistas votarán sobre dos medidas migratorias: un proyecto de ley presentado por el ala más  conservadora de los republicanos y una propuesta más moderada apoyada por los líderes del partido. La política de “tolerancia cero”, que pretende disuadir a los migrantes ilegales de entrar en Estados Unidos, ha conducido a que unos 2000 niños hayan sido separados de sus padres en los últimos seis meses, según los informes.