La Justicia bonaerense condenó a 50 años de prisión al ex policía Angel Borile por asesinar a su ex esposa y a un escribano el 4 de diciembre de 2014, cuando acordaba la división de bienes con su ex pareja. Por el doble crimen de Ivana Gómez y Néstor Rombolá, que quedó registrado en una filmación y fue una de las principales pruebas en el juicio, la justicia dictó una de las condenas más altas en el sistema judicial argentino. El abogado Luis Rappazzo, quien representó a los hijos del notario, dijo a PáginaI12 que sus representados quedaron “muy conformes con el fallo, que fue muy contundente”. Los jueces, detalló, describieron el accionar del ex sargento “como cobarde”. El condenado “no tendrá el beneficio de la libertad condicional, por lo que saldrá casi a los 100 años”, adelantó además el abogado.

El fallo condenó al ex sargento del Comando de Patrullas de la Policía Bonaerense de Ituzaingó por homicidio calificado por haber sido cometido para facilitar y consumar otro delito (criminis causa), del que resultó víctima Rombolá, y por homicidio calificado por haber sido cometido contra una persona con la que mantuvo una relación de pareja anterior, ambos mediante arma de fuego.

La sentencia por el crimen de Gómez, quien también era policía y se desempeñaba en la comisaría de la mujer de San Isidro, y del escribano que se encargaría de la venta de una propiedad que la ex pareja había comprado a medias, coincidió con lo que solicitaron las querellas y los fiscales a cargo Paula Hondeville y Hernán Moyano.

Rapazzo explicó que la condena “que correspondía era perpetua por las dos muertes”, pero como Borile fue detenido en Paraguay –tras permanecer prófugo cuatro meses– y el convenio de extradición con ese país no permite aplicar penas que no existen en el país de detención, “si pedíamos perpetua incumplíamos el convenio con el país vecino”.

“De todas formas, por el artículo 14 del Código Penal, que impide a quienes cometieron homicidios ‘criminis causa’ tener el beneficio de la libertad condicional, este hombre, que tiene 44 años, saldrá casi a los cien”, agregó.

El doble homicidio ocurrió el 4 de diciembre de 2014, alrededor de las 15.30. Gómez, que tenía 39 años y había sido madre por segunda vez unos días antes, de una relación con otro hombre, se encontró con su ex esposo ante la oficina del escribano, en la calle Rondeau 161, en Ituzaingó. Debían acordar los términos de la venta de una propiedad adquirida de forma conjunta y su posterior división. La pareja se había divorciado tras un matrimonio de más de quince años.

Un video registró que, antes de que Gómez y Borile ingresaran a la escribanía, se produjo la primera agresión del ex policía: un violento empujón que estampó a la mujer contra la puerta de entrada.

Una vez adentro, las agresiones de Borile, que estaba de licencia médica porque había chocado un patrullero, continuaron. En ese momento, el escribano intervino para mediar entre los dos, y selló su suerte. Borile extrajo un arma de una mochila y le disparó dos tiros; acto seguido, le tiró a la mujer, que intentó escapar del lugar. Luego, el ex sargento emprendió la huida, pero se arrepintió y volvió para rematar a la mujer. En total, le descerrajó ocho tiros.

Con la faena hecha, se fugó en un Volkswagen Suran que fue encontrado poco después por policías de la Departamental de Morón, a pocas cuadras del lugar.

Dos semanas después, el 18 diciembre, el juez de Garantías 5 de esa localidad, Jorge Rodríguez, pidió la captura internacional a la sección de Investigaciones Federales de Fugitivos de Interpol. Cuatro días más tarde, ese organismo emitió un “alerta roja” para que el uniformado fuera detenido en el exterior del país, mientras, en paralelo, se realizaron escuchas telefónicas y seguimientos. Esos procedimientos llevaron a los investigadores hasta dos viviendas en Ituzaingó que fueron allanadas, y que permitieron establecer que el prófugo había viajado a Paraguay a fines de marzo de 2015.

A fines de abril, una comisión policial enviada al país vecino, en conjunto con Interpol Paraguay, detuvo a Borile en las cercanías de la Terminal de ómnibus de Asunción. El hombre había cambiado su fisonomía, dejándose crecer el bigote, y planeaba fugarse a Brasil. El 4 de diciembre de 2015 Borile fue extraditado.