La Cámara de Diputados aprobó por unanimidad el proyecto que suspende los desalojos en las villas y asentamientos y transfiere la propiedad de los terrenos a las familias que actualmente viven en los barrios. Según el Registro Nacional de Barrios Populares en Proceso de Integración Urbana (Renabap) hay alrededor de 4.228 asentamientos en todo el país, unas 3.500.000 personas que viven en esas condiciones.

El proyecto de ley de Integración Urbana, que ahora cuenta con media sanción y será girado al Senado, busca regularizar el dominio de las viviendas de los barrios precarios, asentados en tierras públicas o privadas. Para esto, la Agencia de Administración de Bienes del Estado expropiará los terrenos a través de acuerdos con las provincias, los municipios y la Ciudad de Buenos Aires para transferir los bienes inmuebles a los habitantes. Los títulos de propiedad se realizarán en base a los certificados de vivienda familiar que comenzó a entregar la Anses el año pasado.

La propuesta aprobada por 194 votos a favor fue impulsada por el Ministerio de Desarrollo Social, con consenso de los movimientos sociales. La iniciativa crea un "régimen de integración socio-urbano y regularización dominial", figura que asumirán los nuevos dominios.

Según la promesa oficial, la transferencia de dominio de las viviendas hacia las familias que hoy viven en los barrios será el paso previo para la urbanización. Esto es, la extensión de la red de servicios públicos. El certificado otorgado por la Anses permitirá que las familias puedan iniciar el trámite para solicitar la conexión a la red eléctrica, el agua corriente, las cloacas, entre otros servicios públicos y prestaciones que requieran la inscripción con domicilio.

La sanción de la ley fue uno de los pedidos de la última marcha federal que convocaron las organizaciones sociales. Además de la urbanización de los barrios, las organizaciones pidieron por la Emergencia Alimentaria, la Emergencia en Adicciones, la Agricultura Familiar y una ley de Infraestructura Social.

“Tener la seguridad que nadie va a echar a nadie del hogar que construiste con tanto esfuerzo, tener la tenencia del pedacito de tierra donde está tu casa es el paso obligado para que en un futuro puedas abrir la canilla y tengas agua potable, o que tu cuadra no se inunde porque el municipio no hace obras porque dice que son tierras privadas”, sostuvo Ignacio Rico, del Movimiento Evita, una de las organizaciones que redactaron el texto aprobado por los diputados.

Según Rico, el proyecto fue conseguido “en la calle”, con la participación de los movimientos sociales y los habitantes de los barrios, “con discusiones en mesas barriales y movilizaciones a lo ancho y lo largo del país”. “Es un irrumpir en la realidad política de cuatro millones de compatriotas, que sufren el abandono del Estado y el olvido de la dirigencia”, celebró la media sanción de la ley.