Luis “El Gordo” Valor, el jefe de la “superbanda” que concretó robos a bancos y blindados en los ’90, recuperó su libertad tras pasar nueve años preso y cumplir su condena. Alrededor de las 14, el hombre de 64 años, que alguna vez fue señalado por la policía como “enemigo público número uno”, abandonó la Unidad 17 Urdampilleta, en el partido bonaerense de Bolívar, donde estaba preso desde 2014; afuera lo esperaban su esposa Nancy Collazo y su sobrino. Tras su liberación, Valor fijó domicilio en una quinta de la calle Frank Couch, del barrio Villa Rosa en el partido de Pilar.

Valor dejó la cárcel tras cumplir la pena que se encontraba purgando por el delito de “tenencia ilegal de arma de guerra” y por disposición del Juzgado de Ejecución N° 2 de San Martín. Tras abandonar la prisión, este hombre morrudo, que pasó más de la mitad de su vida preso, dijo a un portal de noticias que “esta vez va en serio: me retiré del choreo y a la cárcel no pienso volver más. Que quede clarito: no voy a robar más. No tengo ganas ni edad. Quiero disfrutar de mi familia. Además hoy es imposible robar un banco o un blindado por la tecnología que hay. Te filman todo el tiempo”.

Entre los proyectos de quien logró transformar su nombre en sinónimo de ladrón pesado pero con “códigos” de la vieja guardia del hampa –según el propio Valor, eso incluye lealtad y respeto por la vida de la gente– figuran la publicación de su autobiografía, que sería prologada por Andrés Calamaro (en 2010, el músico había hecho el prólogo del libro Confesiones de un gánster de Barcelona, de Daniel Rojo Bonilla, un ex atracador de banco español). También tiene entre sus planes una película con su vida, ser columnista de una revista y colaborar con una fundación que trabaja con sectores vulnerables en el partido bonaerense de San Miguel, donde, según trascendió, mañana dará una charla en la que le hablará a los jóvenes para que no cometan delitos.

Valor, declarado peronista, que asegura que llegó a militar en Montoneros en la década del 70, mientras alternaba la militancia con el robo de autos, cayó preso cuando promediaba esa década convulsa, en 1975, y pasó cuatro años detenidos en el penal de Olmos. En esos cuatro años, según relató el mismo Valor, chorros con traje y gomina le enseñaron el oficio y terminaron de transformarlo en ladrón. Dos años después de salir de la cárcel, en el ‘81, volvió a caer por el robo de un comercio. 

Recién tres años después, con la primavera alfonsinista, comenzaría la “carrera” que lo haría famoso: el robo de bancos y camiones blindados, que luego se extendió a fábricas e industrias. “En el 86 ya nos queríamos retirar. Ese es el problema: los ladrones nunca se retiran. Demasiado dinero”, sostuvo durante una entrevista del año 2006.

En sus mejores momentos, la banda de Valor, cuyo lugarteniente fue Oscar “La Garza” Sosa, robaba cinco o seis camiones de caudales por mes, y utilizaba fusiles FAL para frenar a los blindados.

Valor, quien llegó a recibir “cinco o seis tiros” durante su largo raid delictivo, volvió a caer preso tiempo después, y terminó alojado en el penal de Devoto. De donde se fugó junto con La Garza Sosa, Emilio Nielsen, Carlos Paulillo y Julio Pacheco, el 18 de septiembre de 1994, disfrazados de enfermeros y uno de guardiacárceles. Tras desaparecer durante varios meses, el 18 de mayo de 1995, cuando Eduardo Duhalde gobernaba la provincia de Buenos Aires, la policía bonaerense en un operativo irregular, comandado por el entonces comisario  Mario “Chorizo” Rodríguez, lo volvió a detener, en Villa Lugano, desde donde lo trasladaron al territorio provincial.

“Como a las cuatro de la mañana. Vino Rodríguez. Eran como 70. Me entregué con condiciones: que no le hicieran nada a mi mujer ni a la gente de la casa. Estaban los chicos, un nene y una nena, que ahora deben de tener 15 y 18 años. Le dije a Rodríguez que me matara afuera y él me dijo: ‘No. ¡Qué te voy a matar, Luis!’, y lloraba. El tipo me había estado buscando día y noche”, contó Valor años después. Por la fuga, le cayeron siete años más de prisión. En 1999 le cayeron 20 años de prisión por el homicidio de un policía en el robo a un blindado en la localidad bonaerense de La Reja, crimen en el que Valor siempre negó haber participado. Luego de permanecer preso casi 15 años, fue liberado en diciembre de 2007 por no estar firme su sentencia, pero dos años más tarde volvió a ser detenido tras una persecución y tiroteo en la localidad bonaerense de Pablo Nogués, en un episodio con varios interrogantes y cuando intentaba burlar un control policial de rutina.

En 2012, volvió a ser condenado, a siete años de prisión en un juicio abreviado que tuvo a su cargo el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 2 de San Isidro, y excarcelado dos años después de la cárcel de Campana, el Día del Trabajo, luego de que la Justicia le concediera el beneficio de la libertad asistida. Ese día, Valor aseguró que no delinquiría más porque quería “vivir bien” y “disfrutar” de la vida con su esposa. Pero un mes después volvió a caer por portación de arma.