Veinte personas resultaron heridas hoy en Lima por la explosión dos mochilas dejadas dentro de una clínica. Los explosivos fueron dejados en la puerta del laboratorio y en el estacionamiento, en las instalaciones de la clínica Ricardo Palma, del barrio de San Isidro. En un comienzo se pensó en un accidente, pero la confirmación del origen de las explosiones hizo que ahora se investigue como hecho con fines extorsivos.

Ocho unidades de bomberos llegaron a la clínica minutos después de las explosiones, mientras se evacuaba a todas las personas que se hallaban dentro. Las escenas del humo que impregnaba el lugar hicieron más dramático el marco. Gastón Rodríguez, jefe de la policía, habló de “un hecho criminal y delictivo”, y se negó a hablar de un atentado.

Las explosiones tuvieron lugar en dos subsuelos, con diferencia de dos a tres minutos. Los heridos, entre los que hay dos de gravedad que fueron operados, quedaron internados en la clínica. El barrio de San Isidro es uno de los más lujosos de Lima. Allí se desarrollan las principales actividades financieras de la ciudad.