Mientras la justicia intentaba ayer dar con el paradero del médico trucho Felipe Nori Haggi Lacerda, el fiscal de la causa ordenó el secuestro de los libros del hospital Ángel Marzetti de Cañuelas, donde ejercía el falso doctor, acusado de los delitos de “ejercicio ilegal de la medicina”, “usurpación de títulos y honores”, y “uso de documento público falso”. En tanto, el abogado de João Peixoto Dos Santos Neto, el médico (verdadero) y ex compañero de estudios de Nori al que le usurpó la identidad, dijo que su cliente “está dolido y shockeado” tras enterarse de que utilizó su nombre y número de matrícula, y explicó que su defendido realizó una denuncia en la Comisaría 2ª de San Carlos de Bariloche, localidad en la que ejerce su profesión.

Ayer, el fiscal a cargo de la UFI N° 1 descentralizada de Cañuelas, Roberto Berlingieri, ordenó el secuestro de los libros del hospital para determinar la cantidad de personas que atendió Nori Haggi. Según fuentes judiciales, en la fiscalía aguardan la presentación de aquellos pacientes que se atendieron en el Marzetti con el todavía estudiante brasileño de medicina, quien comenzó su vida profesional como modelo.

“Si no se presentan víctimas, Nori Haggi continuará en libertad porque todos los delitos de los que está acusado son excarcelables”, explicó una fuente de la causa. 

Por otra parte, la justicia deberá determinar si en la causa, que se encuentra en el Juzgado de Garantías N° 8 de La Plata, con asiento en Cañuelas, acepta como querellante a Peixoto Dos Santos Neto, el compatriota del médico trucho que sí está recibido de médico, y al que le Nori Haggi le usurpó la identidad y el número de matrícula.

El abogado de Dos Santos Neto, Héctor De Stéfano, explicó al portal de noticias InfoCañuelas que “estamos tratando de contenerlo porque toda esta exposición lo está afectando mucho. El vino con mucho entusiasmo desde Brasil para estudiar medicina. Jamás imaginó que iba a pasar por una situación así”, dijo De Stéfano.

Además, el letrado señaló que los jóvenes no eran amigos y que su cliente, que trabaja en una empresa de medicina privada en Bariloche, no participó de “ningún negocio espurio con Nori ni nunca tuvo contacto con ninguna institución de Cañuelas”.

También aclaró que su defendido conoció a Nori Haggi cuando cursó la carrera en la Universidad de Morón y compartieron estudios, sin llegar a ser amigos. Y explicó que la forma en que el estudiante pudo acceder a la documentación de Dos Santos, que le permitió hacerse pasar por médico recibido, fue cuando el año pasado compartieron unos días en casa de una amiga en común.

“Dos Santos tenía toda su documentación encima porque la estaba por presentar en una empresa. Suponemos que en esos días de alguna manera se obtuvieron copias, pero Joao no lo notó en ese momento”, explicó el abogado, quien adelantó que “en los próximos días vamos a ir a Cañuelas a presentar pruebas que demuestran que mi cliente jamás se prestó a esta maniobra”.

Si bien hasta ayer no hubo denuncias en la justicia de víctimas de la atención de Nori Haggi, el portal El Ciudadano de Cañuelas, dio a conocer dos casos de personas presuntamente atendidas por el médico trucho. 

Unos de los casos es el de la familia de Juan Ignacio López, de 16 años, quien fue a consultar por fuertes dolores abdominales, y Nori hizo que le pusieran suero y que volviera a su casa. Al día siguiente, el padre lo llevó a una clínica de Monte Grande, donde le detectaron una pancreatitis.

El otro caso es el de un hombre que fue con un fuerte dolor en el pecho, y en este caso le diagnosticó dolor muscular y lo envió a la casa con la indicación de tomar analgésicos. Horas más tarde, su familia lo llevó al Hospital de Lobos, donde le diagnosticaron un infarto en proceso, del que pudo ser atendido a tiempo.

El estudiante brasileño fue contratado por el Hospital Marzetti el 1º de agosto de 2017 por cinco meses y renovó el acuerdo a principios de este año hasta el 30 de junio. En su contrato figura el nombre de Neto y cuenta con la firma de Federico Pequeño, director de la institución, quien luego de que tomara estado público el caso presentó su renuncia y dejará su cargo el 31 de julio. El otro caso que se investiga en el Marzetti es el de Thais Soares Costa, también de nacionalidad brasileña, que le usurpó la identidad a otra médica, Sonia Banhuki Galvao, para ejercer sin tener matrícula.