El senador santafesino Omar Perotti esperó hasta bien avanzado el debate sobre la legalización del aborto para jugar una carta con la que intenta pagar el menor costo político posible y, quizás, hasta salir airoso para alguna facción del electorado de cara a su carrera como candidato a la gobernación en 2019. Rosario/12 accedió ayer a un proyecto del rafaelino, alternativo al que obtuvo media sanción el 14 de junio en Diputados. Intentará instalarlo en estos días hasta llegar al debate del miércoles 8 en la Cámara Alta. Su propuesta, de todos modos, se queda a mitad de camino para el colectivo del pañuelo verde porque elimina el derecho de la mujer –consagrado en el texto que viene de Diputados- de acceder a un aborto legal, seguro y gratuito con sólo solicitarlo. Propone despenalizar a la mujer, pero siempre y cuando esgrima una causa que sea considerada motivo suficiente por un médico o un juez. Por lo tanto, el proyecto mantiene la punibilidad del aborto, aunque morigerada, en comparación con el texto que aprobó Diputados.

El nuevo proyecto ya está en manos y discusión de un grupo de senadores con los que habrá forjado algún consenso de mínima que justifique su intentona parlamentaria. Con esto, lo que sí quedó confirmado ayer es que el legislador oriundo de Rafaela no votará el proyecto de Diputados. Por lo tanto, sabe que hay más chances de que no haya ley, habida cuenta de los 35 senadores que ya anticiparon su rechazo. Por eso ayer en el entorno de Perotti resumieron: “Así como está el proyecto, la ley no sale, y por eso lo nuestro es una alternativa para destrabar y que haya ley”. En lo previo, el texto de Diputados ya tiene 35 rechazos seguros, contra 32 votos favorables, una abstención, una senadora que estará ausente y tres que todavía no definieron. Uno de estos es Perotti, que ayer salió con proyecto propio.

Propone modificar el Código Penal para “regular la Interrupción Legal del Embarazo (IVE) y garantizar la atención integral de la mujer en el acceso al mismo”. Entonces, depara penas de 3 a 10 años de prisión a quien cause un aborto sin consentimiento de la mujer gestante, y hasta 15 años si ella muere por esa práctica. Y con 3 meses a 1 año si el aborto se hiciera con el consentimiento de la embarazada. Esto es más gravoso que el texto actual del Código Penal.

Postula que el aborto no sea punible para el médico si lo hace para salvar la vida de la gestante, su salud física o mental (excluye la aclaración “si este peligro no puede evitarse por otros medios”); si el embarazo es consecuencia de abuso sexual (a cualquier mujer, no solo a las idiotas o dementes como hoy dice la ley), con el requerimiento y declaración jurada de la mujer; y en caso de que la vida del feto se diagnostique como inviable. La declaración jurada como forma de exculpar al médico es la forma en la que en muchos efectores de salud pública de Santa Fe se cumple con la IVE. La Red de Profesionales por el Derecho a Decidir duda de que eso pueda trasladarse con éxito a otras provincias, donde prima más la negación al derecho de la mujer en este asunto.

La iniciativa de Perotti impone de 3 meses a 1 año de prisión a la mujer que cause su propio aborto o consienta que otro se lo realice. En esto, morigera la pena prevista, que hoy es de 1 a 4 años de prisión. Pero, deja librado a criterio de cada juez “disponer que la pena se deje en suspenso o eximirla de ella, teniendo en cuenta los motivos que impulsaron a la mujer a cometer el hecho, su actitud posterior, la naturaleza del hecho y las demás circunstancias que demuestren la inconveniencia de aplicar pena privativa de la libertad”. Una dispensa que a los ojos del colectivo feminista deja a la mujer a merced de la subjetividad del juez. Y que en la práctica, llevaría a que la mujer no tenga garantizado el acceso al aborto sino dependiendo del criterio del médico que decida hacerlo o no.