Abuelas de Plaza de Mayo tendrá acceso a las actas de nacimiento de la provincia de Mendoza luego de que, a través de un convenio que firmó Estela de Carlotto, el gobernador Alfredo Cornejo se comprometiera a abrir al organismo el registro civil provincial. Además, Cornejo se comprometió a preservar las actas de adopciones realizadas durante los años de la última dictadura cívico militar, con el objetivo de relevarlas. El acuerdo, que Abuelas estableció con algunas pocas provincias y busca extender hacia todo el territorio nacional, es “importante porque facilita el primer paso” en el trabajo que el organismo hace con cada denuncia que le llega sobre jóvenes apropiados durante el terrorismo de Estado. 

Carlotto y Cornejo firmaron el convenio de cooperación durante una visita de la presidenta de Abuelas a la capital mendocina, el martes pasado. Luego de la firma, Carlotto describió el apoyo de la provincia como “un camino que se inicia” durante un acto que compartió con el subsecretario de Justicia provincial, Marcelo D’Agostino; la directora de Derechos Humanos mendocina y sobreviviente del terrorismo de Estado, Luz Faingold, y el abogado vinculado a los derechos humanos Pablo Salinas, según consignaron medios locales.

A través del acuerdo, Mendoza decidió abrir el archivo de actas de nacimiento del Registro Civil de la provincia a las Abuelas de Plaza de Mayo para colaborar con la búsqueda de los más de 300 nietos y nietas que fueron arrebatados a sus familias durante el genocidio y aún no recuperaron su verdadera identidad. Cornejo tomó el compromiso solicitado por el organismo de gestionar ante la Corte Suprema de la provincia la preservación y el relevamiento de los expedientes de adopción labrados durante la dictadura. 

El acceso a las actas de nacimiento del registro permite a las Abuelas verificar si las denuncias que recibe, que a esta altura son miles, corresponden a personas nacidas en el período investigado o están fuera de rango, así como corroborar ciertos datos que funcionan como “indicios” de posibles casos de apropiación: si el parto sucedió en un domicilio particular, si los profesionales de la salud que intervinieron están vinculados con el terrorismo de Estado. “Nos sirve para ajustar y agilizar la valoración inicial de las denuncias”, apuntó Alan Iud, uno de los abogados de Abuelas.

Un acuerdo similar ya ha firmado el organismo con la provincia de Buenos Aires durante la gestión de Daniel Scioli que se ha profundizado durante el gobierno actual, en tanto que ha tendido algunos lazos de colaboración con la Ciudad de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba. En Tucumán, Córdoba y Buenos Aires, en tanto, las Abuelas avanzaron en acuerdos para trabajar los expedientes de adopción. Casualmente, son los territorios en donde más fuerte ha golpeado el genocidio y donde más nietos y nietas han recuperado su verdadera identidad gracias al trabajo de las Abuelas de Plaza de Mayo. No hubo aun restituciones en la Patagonia o en Salta, por poner algunos ejemplos, lo que no significa que quede descartado que allí puedan llegar a residir algunos de los chicos o chicas que fueron apropiados durante el terrorismo de Estado.

“Abuelas busca desde hace varios años establecer en todo el territorio nacional alguna manera de acercamiento colaborativo para profundizar la búsqueda de nietos y nietas”, explicó el abogado. 

En ese sentido, el acuerdo con Mendoza, una provincia gobernada por el radicalismo, es no solo una demostración de que, si hay voluntad política en comprometerse con los derechos humanos, se puede aportar a la búsqueda de los nietos y nietas que aún no saben su verdadera historia. Muchas provincias aún justifican con presuntas trabas legales –se escudan en la ley de Hábeas Data– posibles acuerdos con las Abuelas como los que acaba de suscribir Mendoza. “La ley es una para todo el país, si se puede en un lugar, se puede en todos”, reflexionó Iud.