Los astros se conjugan, las agendas se recargan y la coincidencia pone en escena en Buenos Aires, en un mismo fin de semana, a tres figuras importantes del jazz internacional: el saxofonista Tony Malaby y el trompetista Dave Douglas, que el sábado compartirán sus conciertos con músicos argentinos, cada uno por su cuenta, y el pianista Giovanni Guidi, que el domingo ofrecerá una performance de piano solo. Los tres, cada uno a su manera,  representan una forma de vanguardia creativa dentro del jazz de estos tiempos, por lo que sus presencias resultan particularmente atractivas. Todos los conciertos serán con entrada gratuita.

Hoy a las 20, en el Centro Cultural Kirchner, Malaby tocará junto a Ernesto Jodos en piano, Sergio Verdinelli en batería y Rodrigo Domínguez en saxo, tres de los mejores músicos de la actualidad, artistas en plena madurez, con trayectorias significativas y actividades señeras para el desarrollo del jazz de acá. Purasangre de la vanguardia de Nueva York, ciudad a la que llegó en 1995 con 30 años, Malaby elaboró su propia enciclopedia expresiva a través de intercambios y colaboraciones de las más variadas. Charlie Haden y la Liberation Music Orchestra, Paul Motian y la Electric Bebop Band y Mark Helias y su Open Loose, son algunas de las formaciones que contaron con su participación.

Malaby también fue parte del  trío de Fred Hersch + 2, donde además del genial pianista, el contrabajista Drew Gress y el trompetista Ralph Alessi, estaba el baterista Nasheet Waits, quien fue su compañero en Tamarindo, uno de sus proyectos más lanzados. De su extensa discografía, su primer trabajo solista, Sabino (2000), fue incluido en el Top Ten del New York Times. El más reciente, New Artifact, editado el año pasado, es un trabajo en trío con el chelista Daniel Levin y el violista Mat Maneri. Desde hace tiempo Malaby canaliza su creatividad en colectivos de improvisación y, en ese tren, llega a la Argentina.

Con una dinámica similar viene Dave Douglas, que también hoy a las 21 (¿no se podrían poner de acuerdo los programadores para evitar estas superposiciones?), en la Usina del Arte, presentará música propia. El concierto es la culminación de una semana de residencia en el centro cultural de La Boca, trabajando con notables músicos argentinos que lo acompañarán: Mariano Loiácono en trompeta, Sebastián Loiácono en saxos y clarinete, Andrés Tarditti en saxos y flauta, Nataniel Edelman en piano, la colombiana Diana Arias en contrabajo y Leo Gerstner en batería. Clase 1963, Douglas dejó una marca inolvidable en sus dos visitas previas por Argentina. La primera fue en julio de 2000, cuando se presentó en La Trastienda junto al notable pianista holandés Misha Mengelberg, y luego en 2007 al frente de un quinteto del que formaban parte Donny McCaslin en saxo tenor y Uri Caine en Fender Rhodes.

 

También la trayectoria de Douglas está marcada por colaboraciones importantes, a las que sirvió desde su técnica impecable y la personal versatilidad estilística. Tras la experiencia formativa junto al pianista Horace Silver, el trompetista celebró encuentros más o menos prolongados con el saxofonista y flautista Vincent Herring y el clarinetista Don Byron, antes de pasar por Masada, el grupo del saxofonista John Zorn donde tuvo como compañeros al contrabajista Greg Cohen y el baterista Joey Baron, con los que luego colaboró en numerosas iniciativas. El saxofonista Anthony Braxton y el clarinetista francés Louis Sclavis se suman a los nombres que dan vida a una discografía inmensa, por cantidad, variedad y calidad.

Y para cerrar un fin de semana especial en materia de jazz, mañana domingo a las 18, también en la Usina del Arte se presentará el pianista italiano Giovanni Guidi con un recital de solopiano. Tal como informó ayer este diario, en un reportaje con el músico (https://www.pagina12.com.ar/137292-el-jazz-nunca-morira-es-inagotable), a los 33 años, Guidi es una figura fulgurante del jazz europeo, dueño de un temperamento definido en la combinación no siempre equilibrada del gusto por la improvisación libre, la atención al silencio como alternativa posible y una sensibilidad melódica de pura marca italiana.