A Noelia Ponce no le gusta cocinar. “Cocino por obligación”, dijo a PáginaI12 la joven santafesina  a la que dieron dos cocinas en los dos años consecutivos en los que obtuvo el primer puesto en la jineteada femenina del Festival Nacional de Doma y Folklore de Jesús María. “Cocino por obligación”, responde como podrían responder miles, millones y millones de mujeres en el mundo, sobre quienes     recae el trabajo doméstico no pago –que otros llaman “amor”– sobre el que se levanta la economía de los países. Más que por sus destacadas virtudes a la hora de montar potros bravos, Noelia se hizo famosa en las últimas horas por el emblemático artefacto doméstico que le otorgaron entre los premios que recibió.