El camino hacia la noche (Der Gang in die Nacht, 1921), uno de los films menos vistos del alemán Friedrich Wilhelm Murnau —el director de Nosferatu, La última carcajada y Amanecer, trágicamente fallecido a la edad de 42 años—, fue recientemente restaurado por el Filmmuseum München. El resultado es una copia primorosa que le hace todos los honores a los contrastes expresivos de la fotografía original. La historia es simple: un reconocido oftalmólogo abandona a su prometida por una bailarina de la cual se enamora perdidamente, sólo para ser abandonado, a su vez, por ella cuando ésta comience a relacionarse con uno de sus pacientes, un artista que ha recuperado la vista. Conrad Veidt, quien venía de interpretar al sonámbulo Cesare en El gabinete del Dr. Caligari, interpreta aquí a “El pintor” con idéntica pasión desbordada: las convulsiones de sus manos y rostro al recuperarla vista, replicadas en las sombras sobre la pared, merecen figurar en cualquier antología del cine expresionista que se precie de serlo. Murnau siempre fue un romántico y aquí los roces del melodrama exacerbado con el barroquismo de la dirección actoral alcanza cotas pocas veces superadas.