Con toda la carne al asador, el Banco Central no logra calmar la demanda de dólares. El precio de la divisa finalizó ayer en 38,74 pesos en bancos y agencias del microcentro, con un alza de 54 centavos respecto del día anterior. La escalada, la segunda consecutiva en la semana, podría haber sido más abultada si el organismo que conduce el financista Luis Caputo no hubiese vendido de manera directa 55 millones de dólares en el mercado de cambios y mantenido la tasa de referencia en el 60 por ciento anual (ver aparte) y el Ministerio de Hacienda no hubiese abierto la ventanilla para comprar letras denominadas en moneda extranjera. Desde el arranque de las operaciones, el precio de la divisa en el mercado mayorista se negoció en alza y finalizó con un aumento de 56 centavos a 37,94 pesos. El stock de depósitos en dólares, a su vez, se retrajo en 87 millones el viernes pasado (último dato actualizado por el BCRA) hasta los 27.204 millones. La intervención del Central y la baja de encajes producto de la caída en depósitos explican parte de los 96 millones de dólares de caída en reservas que también se produjo ayer, hasta finalizar en 50.993 millones. 

Durante la jornada se conoció de boca de algunos gobernadores un borrador con las estimaciones económicas para la ley de presupuesto del año próximo. El proyecto, con un perfil de ajuste mucho mayor al de sus antecesores, parece destinado otra vez a subestimar variables claves. El valor del dólar de 42 pesos para 2019, es decir apenas dos pesos de suba promedio para dentro de 16 meses, no parece consistente con una inflación prevista de 42 por ciento este año, siendo que la política oficial es reacomodar el tipo de cambio a esta variable. Son señales contradictorias que suman a la falta de credibilidad en el rumbo económico, que se refleja en la desconfianza en la moneda. 

Esa incertidumbre se traslada por estos días tanto a la compra de dólares como a la salida de depósitos en moneda extranjera de los bancos. En las últimas dos semanas, las colocaciones cayeron en 1376 millones de dólares respecto del máximo de 28.580 millones del 27 de agosto. 

Esta salida es la que explica el grueso de la pérdida de reservas del Banco Central, que ya acumula 12.281 millones de dólares desde el 22 de junio, fecha en que ingresó el primer desembolso del Fondo Monetario por 15.000 millones. La negociación con este organismo tampoco genera optimismo, ya que el Gobierno reconoce que en el mejor de los casos implicará conseguir las divisas para el pago de compromisos financieros del próximo ejercicio a costa de un ajuste feroz sobre la economía. Para paliar las ansias y quitarle presión a la divisa, Hacienda inició ayer una licitación, que concluye hoy, de letras del Tesoro en dólares con una tasa de interés de 7 por ciento y vencimiento en marzo del año próximo. 

Las primeras negociaciones en el mercado mayorista, donde operan bancos y empresas por más de un millón de dólares, se realizaron a 37,70 pesos, 40 centavos más que en el cierre del día anterior. La devaluación de casi 2 por ciento del real brasileño también colaboró con una demanda más importante en la rueda. Pese a la intervención oficial, según los registros del MAE, la divisa nunca detuvo su escalada y su máximo fue 37,97 pesos. El cierre formal fue a 37,94 pesos. La variación se trasladó a los precios minoristas en igual magnitud, lo que se explica por el hecho de que hoy el home banking es el principal canal de acceso al billete verde (para luego retirarlo). 

También explica que el dólar blue en el mercado paralelo vaya a la zaga del oficial. Ayer se ofreció en 38,25 pesos, 55 centavos más que el lunes pero casi medio peso por debajo de la cotización oficial. De hecho, el tipo de cambio informado por el Banco Nación también fue mayor al blue, de 38,50 pesos. En el Rofex, las apuestas del dólar futuro sumaron 774 millones de dólares, con un tipo de cambio implícito de 38,80 para fin de este mes y de 40,45 para el último día de octubre.