El detenido lonko mapuche Facundo Jones Huala arribó a la localidad chilena de Valdivia en medio de un fuerte operativo de seguridad y de integrantes de comunidades originarias chilenas que se acercaron a respaldarlo. A las 14 (hora argentina) será presentado en el Tribunal Oral Penal de esa ciudad, adonde se lo notificará de la acusación por “incendio y tenencia de armas” por el que será juzgado a partir de noviembre y por el cual podría caberle una pena de entre 10 y 13 años.

Antes de llegar a esa sede judicial, el dirigente mapuche será llevado hasta la Corte de Apelaciones de Valdivia para ser informado formalmente sobre el trámite de la extradición que, de manera sorpresiva y a contramano de lo demandado por el Comité de Derechos Humanos de la ONU, se concretó ayer desde la Argentina.

Según explicó su abogado en Chile, Luis Soto Pozo, Huala será notificado del proceso que tiene un plazo de 60 días para llegar a la instancia oral. “Va a haber una audiencia para discutir sobre la fecha del juicio” que, según se estima, podría “empezar en los primeros días de noviembre” cuando finalice la serie de medidas cautelares que presentará la defensa, agregó el letrado.

En declaraciones a radio La Cien Punto Uno, de Comodoro Rivadavia, Soto Pozo aseguró que “se va a rechazar” las imputaciones que se le hacen al dirigente mapuche y estimó que, de ser encontrado culpable, se le podría dictar una condena de 13 años, “diez por incendio y tres por tenencia de arma”.

A Huala se lo acusa del incendio de una vivienda ocurrida entre el 10 y 11 de enero de 2013 en un sector rural de La Araucania, un hecho que se le atribuye a la supuesta organización Resistencia Ancestral Mapuche (RAM), acusada de cometer ese tipo de delitos en territorios que la comunidad demanda como propios.

El dirigente fue detenido varias horas más tarde en otra vivienda junto a otras cinco personas. A todos se los acusó de haber sido los autores materiales del incendio y dos de ellos ya fueron absueltos.