Un día después de que la ministra Patricia Bullrich admitiera el nuevo bluff de las excavadoras en la Patagonia, con el dólar llegando otra vez a los 40 pesos y miles de maestros marchando hacia el Congreso, resurgió ayer la causa por la muerte de Alberto Nisman. La novedad, que trascendió pese a que no había sido notificada a las partes, fue el presunto descubrimiento por parte de Gendarmería (que depende de Bullrich) de un mensaje de WhatsApp que Diego Lagomarsino le habría enviado al fiscal en la mañana del sábado 17 de enero de 2015. Hasta ahora, según las pericias y el testimonio del informático imputado, el primer contacto de ese día había sido el llamado de Nisman a su empleado para pedirle el arma que terminó con su vida. “Esto es para meter un poco de humo”, fue la interpretación de Lagomarsino, quien dice no recordar haberle enviado mensajes esa mañana y en cualquier caso minimiza el dato. “A lo mejor le estaba respondiendo algo que me había preguntado antes”, sugiere ante la consulta de PáginaI12.

El informe que Gendarmería le habría presentado al fiscal Eduardo Taiano, del que no se conocen detalles, indicaría que el día anterior al hallazgo del cuerpo sin vida de Nisman fue Lagomarsino quien lo contactó mediante un mensaje alrededor de las 11.30, al que el fiscal respondió, según informó la agencia Noticias Argentinas. Lagomarsino declaró desde el comienzo de la investigación que el fiscal lo llamó el sábado a las 16.30 para convocarlo a su departamento de la torre Le Parc, donde le entregó el arma, y que le mandó un mensaje de WhatsApp el domingo a primera hora para preguntarle si estaba más tranquilo, del que ya no tuvo respuesta.

“Esto es falso. La pericia fue sobre el celular de él y los llamados de Alberto fueron por el teléfono fijo y confirmados en 2015. Todo mezclado”, escribió Lagomarsino en Twitter tras enterarse de la novedad por TV. El fiscal Ricardo Sáenz, que no pierde las esperanzas de ser propuesto como procurador general, fue de los primeros en interpretar la buena nueva: “Una pericia indica que fue Lagomarsino quien inició la comunicación con Nisman en su último día de vida (hace más de tres años que sostengo que es una clave de la investigación. Ahora se acredita que mintió, lo que pensé siempre)”, expuso en Twitter, mientras los portales oficialistas marcaban la “contradicción” y sugerían que Lagomarsino pudo “forzar” el encuentro.

“Yo no lo recuerdo, si no lo hubiera dicho”, afirmó el imputado a PáginaI12. “Lo más importante de esta pericia no es si Diego chateó o no con Alberto, la verdad que es anecdótico porque a lo mejor le estaba respondiendo algo que me había preguntado antes, no lo sé. Lo que están diciendo es que yo no declaré esos llamados y, la verdad, no recuerdo que hayan existido, si no lo hubiera dicho”, explicó. “Lo más importante es que el teléfono no tuvo borrado seguro, como aseguró la querella, no tuvo ningún acceso de software espía, como también dijo la querella. Creo que esto es para meter un poco de humo en esta situación y que no se vean las verdaderas cuestiones principales que hay en esta pericia”, concluyó.